«Diversidad cultural y migración» fue el tema-guía de la edición de este año del proyecto Graffiti Roraima, que tuvo lugar del 14 al 17 de noviembre, en el albergue de refugiados indígenas venezolanos en Pintolândia, realizado por la Universidad Federal de Roraima (UFRR) con Apoyo de la Fraternidade – Federación Internacional Humanitaria (FFHI).

https://youtu.be/5YFXJ4c4w4c
Los adolescentes que escogieron participar en el taller tuvieron la oportunidad de conocer la técnica del graffiti, comprender la economía de material y experimentar las etapas prácticas del proceso.

Eligieron el diseño y cada uno aportó con su forma particular, tanto en la expresión de ideas como en su propia mano de obra, pintando un panel representando su cultura.

El compromiso y la voluntad de participar estuvieron marcados por el interés en continuar el proceso, después de un día de fuertes lluvias que interrumpió la actividad.

El trabajo en equipo, la tranquilidad y la interacción con los artistas que dieron el taller imprimieron un ritmo positivo a la actividad, que terminó con cada uno de ellos firmando con su nombre, indicando protagonismo y satisfacción.

Este es el sexto año del proyecto Graffiti Roraima, diseñado por Leila Adriana Baptaglin, profesora del curso de Artes Visuales en la UFRR.

Leila dice que el proyecto surgió debido a la diversidad cultural en Roraima, especialmente en los últimos años, debido a la creciente migración, como una propuesta de integración con la comunidad, además de la propuesta pedagógica de enseñar qué es el arte urbano y cómo se puede articular para una actividad de trabajo de creatividad y desarrollo personal , explica.

También comenta que el apoyo de la Fraternidade Internacional (FFHI) fue extremadamente importante, no solo con el apoyo con el material, sino especialmente con la organización y el acompañamiento durante todo el proceso.

En cuanto a trabajar con los pueblos indígenas, Leila señala que cuando hacemos este tipo de acción, aprendemos mucho más de lo que enseñamosy este momento fue un intercambio de experiencias y aprendizajes, y concluye contando sobre el pedido de los jóvenes sobre nuevas actividades, lo que demuestra su efecto positivo y el interés de ellos en el arte urbano, lo que puede indicar una semilla para futuras acciones.