Uno de los pilares centrales que rige la existencia de las Comunidades-Luz es el espíritu filantrópico y fraterno. De este modo, incluso en la fase inicial de sus actividades, la Comunidad-Luz Flor del Sagrado Tepui de Roraima está estructurando su Red de Servicios con la participación de los monasterios de la Orden Gracia Misericordia y de colaboradores.
El primer paso en la construcción de la Red de Servicios se dio en colaboración con las Hermanas Misioneras de la Caridad que trabajan en Boa Vista. Así, desde hace ya unos dos meses, todos los lunes por la mañana, un grupo de cuatro o cinco monjes y colaboradores de la Comunidad-Luz acuden a la zona cercana a la estación de autobuses de la ciudad para ayudar a las Hermanas de la Caridad en la entrega de desayunos a cientos de migrantes venezolanos que se encuentran fuera de los albergues. Hay dos puntos de distribución: en uno se atiende a las mujeres con niños y en otro a los adultos. Además de ayudar a servir los alimentos, los servidores de la Comunidad-Luz también ayudan a limpiar el espacio una vez terminadas las actividades.
Según Angela Kuniko, colaboradora de la Comunidad-Luz de Roraima, el servicio desinteresado a los más necesitados nos acerca a la experiencia que Cristo vivió en la Tierra:
«Siento que irradiamos la instrucción que hemos recibido sobre el amor con nuestra actitud durante el servicio. Veo a personas que vienen a recibir el alimento, aunque estén en esa situación de necesidad, que aún así consiguen transmitirnos paz. La energía más íntima del corazón fluye en presencia de los refugiados, como si fuéramos una gran familia. Y las Misioneras de la Caridad viven con mucha integridad lo que Cristo nos pide: amor, servicio, desapego».
Otro campo de servicio de la Red está vinculado a otra asociación. Se trata de un trabajo conjunto con el Centro de Cultura y Formación Indígena (CCFI), que trabaja en el desarrollo de soluciones duraderas y medios de vida dentro de la Misión Roraima Humanitaria, que es una de las ramas de acción de la Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI). Junto con el CCFI, los servidores de la Red de Servicios de la Comunidad-Luz de Roraima organizan artículos como alimentos y ropa para donarlos a instituciones y grupos de indígenas venezolanos y brasileros que están fuera de los albergues. Entidades como la Asociación de Migrantes Indígenas de Roraima (AMIR) y la Organización de Profesores Indígenas de Roraima (OPIRR) ya se han asociado a esta red de fraternidad, recibiendo donaciones de alimentos y ropa.
La Madre Emmerik, integrante del Monasterio de la Orden Gracia Misericordia en servicio en Roraima, señala que la Red de Servicios representa la oportunidad de ejercer la caridad y la generosidad para aliviar el sufrimiento allí donde existe.
«Esta acción de servicio, ya sea de estar con los que sufren, o incluso de apoyar a los que ya están en el campo sirviendo, trae la posibilidad de ampliar ese vivirlʼ en fraternidad. Las tareas de servicio son amplias, pueden ser a través de donaciones materiales, una simple sonrisa, una conversación, una derivación a algún servicio, un asesoramiento etc.. A través de esta Red, hemos podido experimentar y acceder a un amor que nos da la vida y que palpita en el corazón de cada uno de nosotros. Cada acción, cada palabra, cada mirada, con la atención puesta en el otro, posibilita que este servicio abarque cada vez más espacios».