Formamos parte de una Vida cósmica

¿Cómo nos comportamos ante los misterios y las grandezas que podemos observar en un cielo estrellado? ¿Dónde está nuestra reverencia y el arrobamiento que a veces sentimos ante la inmensidad silenciosa de un cielo nocturno? ¿Frente a las manifestaciones también grandiosas de la Naturaleza? ¿Por qué nos volvemos tan indiferentes, ciegos e hipnotizados  sin siquiera darnos cuenta de que formamos parte de una Vida cósmica única, que pulsa en nuestro ser, y nos impulsa hacia adelante?

El Mensajero Divino, reconocido otrora, con otros ropajes, como San José, un Padre paciente y humilde, hoy un gran Instructor de la humanidad, nos transmite regularmente preciosos mensajes a los oídos humanos que se volvieron sordos por conveniencia, por no interesarse más por la Verdad incómoda que nos desafía a la transformación. Como un gran Instructor, sin embargo su voz resuena por los desiertos de este Planeta: ¡Quien tiene oídos para oír, que oiga! (Ver el mensaje completo de San José)

——————— El retorno al Origen ———————

«Si observas el Universo, verás una infinidad de estrellas, sentirás la grandeza de Dios y de Su Creación; aspirarás a sumergirte en ese Todo, que se expresa frente a tus ojos. Contempla el cielo estrellado y reconoce la presencia de Dios en una dimensión que, al mismo tiempo en que parece tan distante, impregna todo lo que fue creado.

Si no puedes encontrar la vida del espíritu en lo invisible del propio mundo interior, contempla entonces el cielo estrellado y sentirás la presencia de los que son Bienaventurados en ese cielo y que te observan y aguardan tu despertar.

Si tu alma no consigue aspirar a nada superior a la vida material, vuelve entonces tus ojos físicos para la cima, contempla el azul del cielo en un día de sol y siente que por detrás de ese azul está Dios, esperando ser tu aspiración más pura y verdadera.

Busca en la belleza que existe, sobre tu ser, la grandeza de Dios y encontrarás la verdad del espíritu en tu interior. Si te parece muy distante alcanzar un descubrimiento espiritual solo con el corazón, entonces descubre en el lado oculto de los Reinos de la Naturaleza las mismas verdades que buscas del silencio de tu interior.

Toda la Creación está impregnada por los mismos principios divinos. Algunos descubrirán la magnitud del Espíritu de Dios en el silencio del corazón, otros lo encontrarán contemplando el cielo azul, otros lo buscarán en la expresión de los Reinos de la Naturaleza, otros en el ejemplo puro de un hermano que es verdadero en su caminar. El Creador está en todo y aquel que lo busca, con sus posibilidades, de una forma cristalina, lo encontrará.

Los misterios solo son misterios para aquellos que no quieren develarlos, porque el mismo principio que crea y recrea la vida en el Universo es el que anima los seres del mundo. Dios está en todas las cosas. Búsquenlo, únanse a Él. Tornen sagrada a la vida, por medio de esta búsqueda permanente del Creador en todo. La búsqueda de Dios dignifica el corazón humano y da un sentido para su existencia, que es el retorno al Origen.»

Su amado Padre y Guía, San José

 

——————— Reconoce la grandeza de la Vida ———————

Aunque tus ojos no lo vean, hay un Universo que te observa.
Aunque sea con los oídos del corazón,
escucha y responde a Su Llamado.
Contempla el cielo estrellado y reconoce la grandeza de la Vida.

(Ver el mensaje completo de San José)

¡Esta jornada por el cielo estrellado deberá proseguir!