La relación del hombre con las energías cósmicas

La relación del hombre con las energías cósmicas tendrá que dar un salto en la escala evolutiva y reencontrar esa interrelación energética en los planos anímicos y espirituales.

Una percepción superior definirá los símbolos arquetípicos que inspirarán el contacto y la comunión de la vida terrestre con el cosmos.

La visión que el hombre tiene del firmamento también se modificará. En el ciclo futuro, con sus cuerpos ya sutilizados, tendrá mayor alcance visual y posibilidades más amplias de contacto interior. Verá reflejada en la esfera celeste una vida dinámica, que reflejará la evolución de los universos y que, como energías potentes y renovadoras, se proyectarán por toda la existencia cósmica.

La esencia de la Astrología, familiar a los sabios antiguos, principalmente a los caldeos, se incorporará a la esencia de la Astronomía y, como una sola línea de aproximación a la realidad, traerá al hombre el reconocimiento de los arquetipos estelares y del propósito subyacente en la Creación.

No focalizada en los individuos, sino en el Cosmos, tales ciencias revelarán lo que se debe manifestar en cada ciclo, ayudando a los seres a reconocer sus verdaderas tareas dentro del Gran Plan.

(Del libro: Un nuevo Impulso Astrológico – Um novo Impulso Astrológico – Trigueirinho)

¡Cuán vasto es el Universo, nuestro Origen y nuestro Destino!

¡Cuán vasto es el Universo, nuestro Origen y nuestro Destino! Cuán limitadas se vuelven nuestras vidas aquí en este planeta, confinados a una existencia tan miserable, delante de la grandeza de nuestra Creación y de nuestro genuino legado cósmico. Como hijos pródigos, hambrientos y sedientos, tenemos que alzar nuevamente nuestros ojos y todo nuestro ser hacia las grandezas y dimensiones celestiales, y así encenderemos en nuestro corazón aquel fuego capaz de arrancarnos de esa ilusión material en que se transformó la vida humana aquí en la Tierra. Decididamente, tenemos que retomar el camino de regreso a la casa del Padre, donde la entrada de su majestuoso Palacio, contemplando nostálgico el horizonte, pleno de bendiciones y gracias, nos espera ¡desde siempre!

Los relojes del Universo no se detienen, y suenan más fuertes.

Los relojes del Universo no se detienen, y suenan más fuertes. ¡El Nuevo Tiempo, a las puertas, ya se siente y sus compuertas ya no se sostienen, listas para romperse, anunciando la entrada vigorosa de un nuevo ciclo cósmico!

Nuestro Padre Espiritual, hoy también nuestro amado Instructor y Guía, San José, nos muestra ese camino de retorno, a través del Amor y a través de la transformación del propio ser:

«Quería hablarles sobre la grandeza de la Creación y los misterios celestiales. Quería revelarles el amor que colma a las estrellas y anima a los universos, para que ustedes se viesen fortalecidos por un propósito mayor, para que cumpliesen con sus propias misiones en este final de ciclo en la Tierra.

Con Mis palabras, cada día espero que sus consciencias alcancen un nivel de comprensión que trascienda los límites de la mente humana. Intento que comprendan la magnitud del Plan de Dios y cómo ese Plan no puede comenzar y terminar en la existencia de este mundo.

Sé que muchos necesitan palabras simples para poder comprender y enrolarse en la tarea de rescate de los Mensajeros Divinos. Muchos prefieren desacreditar Nuestras palabras y Nuestras presencias, cuando les revelamos algo que ustedes no comprenden y que no se ajusta a lo que ya conocen. Sin embargo, les pido que no intenten reducir la grandeza de Dios a la comprensión de la mente humana. No intenten comparar el Amor del Único con la capacidad que tienen ustedes de amar. Y no esperen que la Creación de Dios se restrinja a la existencia de este pequeño planeta, cuando el Universo es tan vasto.

¿Para qué existirían tantas estrellas y galaxias si no es para que en ellas habiten las diferentes expresiones del Amor de Dios en Sus criaturas? ¿O acaso ustedes piensan que las estrellas existen para ser contempladas por los hombres en el cielo de la Tierra?

Mientras un gran cambio se precipita en el mundo, los Mensajeros Divinos intentarán elevar la comprensión y el conocimiento de la humanidad. Intentarán abrir los ojos del corazón humano a las verdades que no se ven con los ojos materiales.

Esto será así porque solamente la certeza de un propósito superior y de una vida superior, que los ampara, les dará fuerzas para vivir los tiempos que llegarán. Sin una comprensión mayor acerca de los Planes de Dios, sus vidas perderán el sentido, como ya lo perdieron muchos jóvenes y adultos que no encuentran motivo para estar en este mundo.

Si estuvieran fortalecidos por la esperanza de una meta espiritual y divina, ustedes podrán perseverar y mantenerse firmes para trasponer los obstáculos con amor, perdón y valentía. Y, cuando fuere el tiempo, podrán reconstruir el mundo con el debido coraje y con los principios del espíritu.

Sabrán que nunca estarán solos y podrán contar con el auxilio de sus Hermanos, que observan el mundo y esperan, con santa esperanza, que la Tierra viva su aprendizaje.»

En amor y paz, preparando sus corazones, San José Castísimo.

¡Esta Jornada por el cielo estrellado deberá proseguir!