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Camino espiritual

“Camino espiritual” es un término de amplio significado y puede designar al proceso de expansión de la consciencia del hombre. Se presenta de modo diferente para cada uno, ya que depende del grado alcanzado y de los aspectos que debe desarrollar el caminante. Lo que es espiritual para un individuo puede no serlo para otro; por eso, las generalizaciones son inútiles.

El camino espiritual consiste, sobre todo, en el ingreso de la consciencia en estados cada vez más elevados, hasta consumarse la unión con el Espíritu, es entonces que se inicia una trayectoria que va más allá, una trayectoria cósmica. Es un camino en el que se debe ingresar sin expectativas, sabiendo de antemano que solo se trata de un progresivo olvido de sí mismo y de superación de los propios límites. De hecho, pocos lo siguen, pero los que lo hacen se integran en principios cada vez más amplios y universales, prestando así una inestimable ayuda a la evolución, no solo de quienes lo rodean, sino también de todos los seres vivientes sobre la Tierra.

La luz pura

En el camino espiritual la luz pura se va revelando gradualmente; desvanece ilusiones, llega a los rincones más velados de la consciencia y trae la certeza del rumbo que se debe seguir. Esta senda está más allá del conocimiento intelectual, de la manipulación estéril de conceptos, y conduce a la sabiduría. En ella se trata de ver, oír, sentir ni tocar las cosas como un deleite personal, sino, más bien, permitir que la luz del espíritu se aproxime, envuelva e impregne al ser por entero, realizando su Obra sobrenatural.

Sobre todo, en las fases iniciales del camino, es inevitable que surjan aspectos no positivos del carácter, aspectos inconscientes y cuya transformación consume gran parte del potencial disponible para la ascensión. Sin embargo, esta transformación se facilita cuando el olvido de sí y la donación se establecen en cierto grado. Es recién entonces que se percibe el valor de la acción impersonal, silenciosa e invisible. Para avanzar se necesita osadía, valentía y coraje, así como también prudencia, silencio y receptividad a lo que proviene de lo profundo del ser.

La rendición al mundo interior

La ansiedad por decidir el rumbo que tomar debe ceder lugar a la rendición al mundo interior. Profundizar el silencio y amar la esencia interna permite que la persona reconozca los pasos que le corresponden dar. Cuando ella se une a ese lado interno, a su alma, tiempos de intensa actividad o de reposo, de luchas internas o de bonanza comienzan a tener el mismo valor.

En cierto sentido, lo que distingue a un hombre común de aquel que se dedica al camino espiritual es el modo de relacionarse con la vida externa y con lo que su mente y sus emociones crean. Mientras el hombre común se identifica, se emociona y se envuelve con la vida personal y externa, el que sigue el camino espiritual “está en el mundo sin ser del mundo”, según el decir de Cristo. La propia experiencia de la vida le va mostrando el profundo y amoroso sentido de esa expresión del Gran Instructor.

Los que buscan recorrer la senda interior

Los que buscan recorrer la senda interior tienen que abrazar un estado positivo de insatisfacción que no los dejará estancarse en ningún punto, por mejor que sea, de modo que estén siempre dispuestos a proseguir rumbo a la meta. De esa forma, el camino puede serles revelado. En todo instante, tienen que estar listos para morir y para renacer. Esa disponibilidad tiene que penetrar sus células.

El peregrino debe acallar la voz que clama por lo que le es conocido,
serenar al corazón y prepararse para escuchar lo inaudible.

 

Libro de Trigueirinho: Mensagens para sua transformação (Mensajes para su transformación), pág. 123
Nombre del artículo en el libro: A pura luz que se revela no caminho espiritual. (La luz pura que se revela en el camino espiritual)
Audio de Irdin: Conversaciones con Trigueirinho nº 477
Audio completohttp://www.irdin.org.br/acervo/detalhes/5982
Tiempo del audio: de 13’28 a 14’42