La humanidad está despertando

Incluso delante de la realidad actual, la humanidad está despertando para un hecho espléndido: comienza a comprender que es solo en el nivel espiritual que podrá encontrar lo que llama de seguridad. Aunque esta palabra refleje una mentalidad propia del mundo tridimensional y no del superior, la humanidad común necesita saber que la seguridad existe para poder tranquilizarse y así hacer el contacto con el Supremo, que es la misma Ley mayor, divina.

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Esta posición es considerada difícil porque por medio de ella la humanidad tiene que aprender a permanecer tranquila incluso cuando parece que no está haciendo nada. Pocos saben que el trabajo más intenso es interior y, para que se dé, en ciertos casos es necesario que la actividad externa se reduzca o se transforme en algo anónimo, que no llame la atención. Esto permite la concentración de la mente y la disciplina de los sentidos, la disminución de los deseos y el apaciguamiento de las emociones. Descontando que el hombre quiere analizar todo, calcular y comprender, frente a esos momentos de estancamiento se considera inútil, infructuoso y su ego humano se vuelve melancólico.

Hay estudiantes que incluso buscan la descripción de estos estados, pero ahora llegó el momento de trascenderlos todos. Es sabido que esa aparente inactividad, que inquieta la personalidad, es un estado muy dinámico en los planos internos. Hay polaridades en el hombre que en estos momentos combinan sus esfuerzos. Que el hombre desista de comprender el propio conflicto, para no exaltarlo aún más.

Si la mente pensante no renuncia, el trabajo superior no se realiza

La purificación espiritual en cada ser surge interiormente y es un movimiento secreto, no es una decisión intelectual. Ella está regulada por ciclos mayores y por la inteligencia que existe en el mismo hombre y fuera de él.  Cada Ser Interno,  o Espíritu, conoce los límites del ego encarnado o desencarnado; sabe, por lo tanto, conducir su purificación. Aquellos que provocan la propia purificación artificialmente, sin el consentimiento interno, tienen la ambición reflejada en el rostro, mediante las marcas del desasosiego. Es inútil dedicarse a ejercicios y prácticas espirituales si el grado de purificación deseado no es aprobado por nuestro Ser mayor, nuestro Espíritu. Perceber que existe a guiança do Espírito.

Hablamos abiertamente sobre los Espíritus porque hoy, están más en contacto con los hombres tridimensionales de lo que estuvieron hasta hace poco tiempo.

Sí percibimos que existe la guía del Espíritu

Sí percibimos que existe la guía del Espíritu, podremos  estar serenos delante del gran misterio de la síntesis, estado que no puede describirse con palabras;  viviremos de manera más entera sin divisiones, aunque las leyes tridimensionales y sus necesidades continúen existiendo. Dejar que la «ley se cumpla» o que el destino se desenvuelva sin reacciones es el arte que nos acerca a la Verdad. Como ya se dijo, el trabajo espiritual de hoy no requiere estímulo artificial de ningún centro energético, órgano físico o área psíquica.

El Libro Interno, citado por tantos Instructores, dice que después de miles de batallas, el guerrero está preparado. Este libro, que no está en bibliotecas del plano físico, se encuentra cuando menos se espera, cuando nada más se ambiciona y no hay nada más para pedir a Dios. En este punto, la relación con el Supremo es una ofrenda continua e incondicional realizada con simplicidad y naturalidad.

Todo hombre recibirá ayuda para realizar su transcripción para los tiempos futuros, siempre que se cumpla su parte integralmente.

Libro de Trigueirinho: Páginas de Amor e Compreensão (Páginas de Amor y Compresión – no editado en español)
Nombre del artículo en el libro: A oferta incondicional do homem ao Supremo (La ofrenda incondicional del hombre al Supremo)
Audio da Irdin – completo en: Conversas com Trigueirinho nº 111 (Conversaciones con Trigueirinho)