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Luego de 33 días, retornaron a la sede de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional, en Carmo da Cachoeira, Minas Gerais, Brasil, los seis Misioneros que habían partido el 2 de mayo pasado para prestar ayuda en Dolores, Uruguay, a las víctimas de un tornado que asoló esa ciudad el pasado 15 de abril.

Además de colaborar con la asistencia a los afectados por el tornado, los Misioneros de la Fraternidade fueron también hasta la Comunidad-Luz Fraternidad, en Paysandú, Uruguay, donde permanecieron una semana ayudando en diversas tareas. De allí se trasladaron hasta la Comunidad-Luz de la Hermandad, en el valle de ERKS, provincia de Córdoba, Argentina, donde también se quedaron por espacio de una semana para colaborar en numerosas tareas. Finalmente retornaron a Carmo da Cachoeira, en un viaje de tres días, por tierra,  recorriendo más de 3.000 km.

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‘Para nosotros fue una buena experiencia de cómo actuar después de un desastre natural. Nosotros llegamos tres semanas después, cuando muchos voluntarios ya se estaban retirando para regresar a sus actividades y ya estaba comenzando a faltar apoyo para organizar las donaciones que seguían llegando’, comentó Ricardo Baumgartner, coordinador de la Misión Uruguay. ‘La población uruguaya se movilizó bastante en términos de donaciones, pero eso precisa ser muy bien organizado para que no se echen a perder, para entregar a las personas lo que precisan en el momento justo, para clasificarlas y almacenarlas correctamente, en fin hay todo un trabajo de apoyo necesario’, agregó.

missionarios_missao_uruguai_dolores3‘Otra cosa que percibimos es que las personas no están aun conscientes del momento que el planeta está pasando, se quedan mucho en la lamentación de la pérdida material y no consiguen entender, de una forma más amplia, lo que sucede’, siguió diciendo el Misionero.

El grupo prestó servicios en Dolores durante 13 días. Ayudó a organizar el depósito de donaciones, una ex-fábrica habilitada para el efecto.  Trabajó en la clasificación, ordenamiento y almacenamiento de las ropas (prendas masculinas, femeninas, infantiles, frazadas, sábanas, etc.), de los alimentos (arroz, poroto, harina, harina de maíz, enlatados, agua mineral, entre otros) y de los materiales de limpieza.

missionarios_missao_uruguai_deposito3Una tarde también ayudó a un grupo de la Iglesia Católica en la preparación y distribución de la cena, una sopa popular, a desamparados por el tornado, oportunidad en la que tomó contacto directo con varios afectados. El último día, ayudó a un grupo de trabajadores de la construcción a finalizar la edificación de una casa para una familia desamparada.