Los rayos — Un Misterio Insondable

Cada uno de nosotros, cada planeta, cada sistema solar es expresión de rayos. Aquello que designamos como los rayos son expresiones de energía, y decir que somos expresiones de rayos significa que existimos como manifestaciones de esas energías. Entretanto, en un nivel más profundo, existe algo de un misterio insondable.

Durante esta lectura, vamos a relajar nuestra mente y abandonar, por unos momentos, lo trivial, con lo cual lidiamos todos los días, e intentemos entrar en un campo más amplio de vida.

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El Sistema Solar

Sabemos que este sistema solar no es el único ni el más evolucionado del Cosmos; es solo uno dentro de los infinitos manifestados. Imaginemos, entonces, un grupo de solo siete sistemas solares, cada uno canalizando un rayo, que es su «alma», su vida o su cualidad esencial.

El sistema solar donde vivimos es la expresión del segundo rayo cósmico, también llamado la energía de amor-sabiduría. Para nosotros el segundo rayo es fundamental y básico, siendo su energía de amor-sabiduría la que rige todo en los límites de ese sistema.

Segundo Rayo Cósmico – Amor-Sabiduría

El amor-sabiduría, al expresarse en este sistema solar, se subdivide en siete energías. La subdivisiones de esa energía— los siete rayos— son las siguientes:

1.º Voluntad-poder;
2.º Amor sabiduría;
3.º Inteligencia activa;
4.º Armonía de opuestos;
5.º Conocimiento concreto;
6.º Devoción-idealismo;
7.º Orden y organización

Hasta el final de su ciclo de manifestación, este sistema solar deberá expresar totalmente la energía que constituye su esencia. Poco a poco el amor-sabiduría va irradiándose a través de todo lo que existe, hasta revelarse en todos los niveles de la consciencia.

Veamos cómo podemos expresar esas subdivisiones en el diagrama:

Cuando pensamos que amamos

Cuando pensamos que estamos amando, en verdad, estamos viviendo un reflejo de ese amor-sabiduría cósmico. Eso explica porqué no quedamos satisfechos con nuestra propia capacidad de amar, aún limitada. El amor debe irse revelando de a poco, como energía, en todo el sistema solar en evolución. Sentirse incompleto es parte del proceso de realización de todo el sistema.

Todo lo que nos lleva al egoísmo y a la separatividad es contrario a esa gran corriente evolutiva; en esta época necesitamos ir tomando consciencia de nuestra propia unidad con el Todo.

Os siete rayos

Los siete rayos, subdivisiones del amor sabiduría cósmico, se manifiestan cíclicamente, a pesar de estar siempre presentes. Hay períodos en que algunos rayos están plenamente activos y otros, no. Los no activos no están ausentes, pero sí cumplen otros ciclos.

Una persona

Una persona puede manifestar todos los rayos, aunque no todos se expresen nítidamente. Hay en nosotros mucha más energía en circulación de lo que podemos imaginar. Manifestamos diferentes rayos en los diferentes niveles de nuestro ser: nuestros cuerpos físico, emocional y mental, en la personalidad, en el alma y en la mónada. o espíritu.

Nuestros centros etéricos, los órganos del cuerpo físico, el país donde encarnamos y la humanidad, como un todo, son también regidos por rayos. Para descubrir esos rayos, es necesario cierta autodisciplina, que podemos desenvolver, principalmente, en los tiempos modernos, en que la energía de orden y organización el séptimo rayo   está muy activa en el planeta.

Invitación al lector

Invitamos al lector a observar los tipos de energía que se manifiestan en los cuerpos de su personalidad: el físico, el emocional y el mental. En ellos, los rayos son más evidentes que en los niveles más profundos del ser. Intenten investigar sus propias características, percibiéndolas, intuyéndolas. Después de descubrir la energía de uno de esos cuerpos, intente manifestar, por medio de él, con sus acciones, sentimientos y pensamientos, otras energías, que son siempre subrayos del rayo principal. Eso posibilitará que el cuerpo trabajado se vaya tornando maleable, adaptable y cada vez más útil al servicio de la energía creativa que está en su esencia.

Cuando los cuerpos físico, emocional y mental manifiestan, libremente, sus respectivos rayos, comienza a emerger el rayo de la personalidad. Después, a medida que la personalidad se alinea con el alma, emerge el rayo del alma. Luego de una evolución más profunda, será posible, también, percibir el rayo de la mónada el eterno individuo que somos, inmerso en la consciencia cósmica.

Para realizar el trabajo de alineamiento de los cuerpos entre sí, y de la personalidad con el alma, o sea, para la armonización de todas esas energías de los rayos, es necesario tener una meta espiritual clara para la propia vida. Cuanto mayor es la concentración en esta meta, más responderá la energía con sus ilimitados recursos creativos.

Asumir, enteramente, todo lo que conduce a ese propósito
y rechazar lo que de él nos desvía — es el camino…

Libro de Trigueirinho: As Energias dos Raios e Nossas Vidas
Texto extraído do capítulo: Os Raios (p. 13) (Los Rayos)
Audio de Irdin: Conversas com Trigueirinho nº 354 (Conversaciones con Trigueirinho nº 354)
Audio completo en: http://www.irdin.org.br/site/produto/001443/