Con la propuesta de una integración y fortificación amorosa entre los miembros de los grupos de servicio del Núcleo-Luz de Figueira en San Pablo y de la Escuela de Arte y Educación de Casa Luz de la Colina, una alegre y colorida actividad de servicio se realizó el 4 de septiembre en Carmo de Cachoeira, Minas Gerais, Brasil. La tarea se desarrolla con 42 niños en una construcción de Unidad y Fraternidad. Algunas madres de alumnos participaron como voluntarias, dando apoyo a los seis miembros de la Red-Luz de San Pablo, Santo André y San Bernardo del Campo.

Actividades

Por la mañana, se inició el trabajo con una rueda de confraternización  y presentación del grupo de 24 niños. En seguida todos fueron invitados a un taller del corazón, donde la propuesta fue realizar un almohadoncito en forma de corazón, actividad totalmente aceptada por los niños. Movilizados con las novedades y con empeño trabajaron en los talleres de telar, los niños recibieron las primeras nociones de costura y finalizaron la mañana con una merienda.

Por la tarde, las actividades se realizaron con un grupo de 18 niños, que inicialmente formaron una rueda de confraternización y la presentación. Después todos siguieron con una caminata por el área de la escuela hasta el arroyo, donde realizaron una danza circular y reverenciaron los Reinos de la Naturaleza junto al sector de bambúes. A continuación, volvieron al patio y participaron de actividades libres de juegos espontáneos, canto juegos de encastre, finalizando con una merienda.

Vida Grupal

De esa manera, se desarrollo allí un ejemplo de vida grupal a través de la convivencia entre todos y donde el niño interactúa con los adultos proactivamente. De acuerdo a lo que relata María Helena Paiva, profesora de la Escuela de Arte y Educación, los voluntarios de ambos grupos se integraron en cooperación. «En nombre del trabajo por el Plan agradezco por este encuentro de mucha unión y alegría! ¡Que ocurra muchas veces!

Grupo Red-Luz

Para Claudia Rimini, del grupo de Servicio del Núcleo-Luz de Figueira en San Pablo, la experiencia dejó la siguiente percepción: «Más que nada, sentimos la paz al percibir la confirmación de que algo mayor nos rige y a cada momento nuestra confianza y fe se fortalecen. Constatamos que a pesar de estar trabajando cada uno en su ciudad y no haber compartido nuestros principios y formas de actuar, estamos en la misma línea…, en el camino de la donación, de servir con amor, entregados a la regencia mayor. Nuestras charlas y actitudes son similares. tenemos intensión de volver para nuevas vivencias que son muy fructíferas y renuevan a todos.

Informaciones:

secretaria@casaluzdacolina.org.br