Leticia Pimenta es colaboradora de la Red-Luz Mato Grosso, estado de la región Centro-Oeste de Brasil. Durante cinco días a la semana, después de dejar el trabajo en la empresa en la que está en la ciudad de Cuiabá, capital  del estado, el destino no es la casa donde vive con el marido y los hijos, sino una de las instituciones que apoya, una cada día de la  semana

Actividades en la Red-Luz

La colaboradora entró en la Red-Luz en 2012, y participaba de reuniones de oración con el grupo cada 15 días. Hoy los encuentros de oración de la  Red-Luz se hacen en su casa con la participación de siete personas.

Servicio y acción abnegada

En el 2013 ella percibió que solo la oración no alcanzaba, tenía que tener un proyecto mayor, Fue entonces que conoció un proyecto social de donación de sopa donde participó y colaboró durante cuatro años, hasta que las actividades del programa se cerraron. A partir de allí, ella resolvió crear sus propios proyectos de acciones humanitarias.

Visitas a instituciones

Actualmente 220 personas son atendidas por la colaboradora semanalmente en instituciones con diferentes perfiles, como asilos, orfanatos, y albergues para niños y adultos enfermos. En los lugares que visita, reparte gestos de atención y cariño, acompañados siempre de un refrigerio que ella misma ofrece (tortas, helados y refrescos). Los niños, los enfermos y los ancianos están muy felices con su dedicación, cariño y amor.

Agenda llena

El comienzo de la semana está dedicado al orfanato Proyecto Nuestra Casa, donde hay 14 adolescentes de 10 a 14 años de edad, que fueron víctimas como consecuencia de los crímenes cometidos por sus padres.

Los martes, la actividad es en la Asociación de Amigos del Niño con Cáncer de Matto Grosso (AACCMT). Al día siguiente, Leticia participa de la oración semanal con el grupo de la Red-Luz MT y después sigue al albergue municipal, donde da una charla de autoayuda basada en los impulsos bíblicos y los Mensajes de María, de Cristo y de San José. También interactúa con las personas a través de actividades recreativas.

Visita el Asilo, siempre los jueves. Momento de escuchar, llevar cariño, dar abrazos. En cada apretón de manos tiene siempre una afirmación: ¡Paz de Cristo!

Los viernes, la visita es en la casa de Madre Juana, un albergue para 14 personas que viven con HIV. Allí también establece un diálogo, presenta los impulsos espirituales que ya llevó al albergue municipal y también finaliza el encuentro con un refrigerio.

«En todas las entidades falta cariño, amor y atención. Las personas son abandonadas. Solamente el 5% de los atendidos reciben visitas de sus parientes, y los portadores de HIV son las más marginados» explica Leticia

En el fin de semana prepara las charlas para la semana siguiente, sin repetir los impulsos que ya se trabajaron. Todo el refrigerio que ofrece lo compra con recursos personales. Reserva el importe de un salario mínimo para esas actividades.

«Con mucha alegría y con mucha gratitud que yo tengo a Dios. Es una alegría conseguir sonrisas para Dios, La sonrisa que yo consigo aquí de un enfermo, que no es fácil para un enfermo, como para un ciego reír y quedarse feliz, yo la consigo para Dios».

Participación en concurso

Recientemente Leticia participó de un concurso que se está haciendo para conmemorar los 300 años de la ciudad de Cuiabá. El objetivo es destacar actitudes de personas y proyectos en el área ciudadana, que se plasman en buenos ejemplos, despertando en la población la importancia de esas actitudes para una convivencia armoniosa y respetuosa entre todos. De 400 personas inscriptas, Leticia quedó entre las cinco finalistas, y participó de un reportaje de TV que mostró su trabajo.

El resultado del concurso será en el día 19 de septiembre.

Informaciones:

redeluzmatogrosso@fraterinternacional.org