Los melones y las sandías son muy importantes
para el proceso de cura y recuperación de las enfermedades

Los melones y las sandías son muy importantes para el proceso de cura y recuperación de las enfermedades. Estas frutas han sido entregadas por Dios y la Consciencia Femenina terrestre a nuestro servicio. Su composición es similar a la de la leche materna, en el sentido de que ya viene predigerido, es decir que la pulpa del melón es muy fácil de asimilar. Nuestro sistema casi no necesita digerirlo debido a que posee sistemas enzimáticos y coenzimáticos que le dan esta cualidad. Comparando, se podría decir que comer un melón es casi como colocarse un suero endovenoso.

Los melones y las sandías
son todo lo que nuestros cuerpos necesitan

En síntesis, los melones y las sandías son todo lo que nuestros cuerpos necesitan. Son, básicamente, esferas de agua purificada. Ayudan a eliminar todo tipo de toxinas: desde xenobióticos, hasta toxinas derivadas de microorganismos, ayudando al sistema inmunológico en su recuperación.

Debido a la composición electrolítica del melón es muy útil para la salud cardiovascular, la recuperación de isquemias cerebrales, e incluso tiene el poder de reducir la aparición de enfermedades renales y hepáticas.

El agua del melón tiene la misma composición de la sangre en sus niveles de potasio, sodio, azúcares y minerales, haciendo del melón, uno de los alimentos más hidratantes y alcalinizantes a nuestro alcance.

Estas características facilitan los procesos de desintoxicación , incluso, es un potente balanceador de la glucosa (con bajo índice glicémico) por lo que es útil para controlar niveles elevados de glicemia. Por su alto contenido de sílice es útil para restaurar los ligamentos, las articulaciones, los huesos, los dientes, el tejido conectivo y los tendones.

Cuando existe una tendencia hacia el nerviosismo, fácil desestabilización al recibir malas noticias o dificultad para funcionar bajo presión debido a labilidad emocional, los melones y las sandías tienen la capacidad de mudar los estados de ansiedad, nerviosismo, angustia, incertidumbre o inquietud. Ofreciendo apoyo extra y capacidad de sostenerse durante el proceso.

También aumenta la energía y abre un canal hacia la aceptación. Se podría ofrecer para aquellas personas impacientes, debilitadas por sus propios prejuicios y opiniones.

El hecho de ser un alimento predigerido nos hace pensar qué inimaginables y activos procesos pueden estar ocurriendo en nosotros y a nuestro alrededor sin que siquiera seamos conscientes de ello.

Recomendaciones: comer, por lo menos, medio melón pequeño al día.  Son mejor aprovechados sus efectos si se los ingiere en ayunas, como la primera comida del día, sólo, o acompañado de un jugo verde.

Buenas cosas nos son dadas
por gracia y misericordia

No necesitamos luchar por cada cosa buena en la vida, a veces las buenas cosas nos son dadas por gracia y misericordia, sin mucho esfuerzo y ningún merecimiento. En este caso, una poderosa cura sucede en nuestros cuerpos, espíritus y almas, y todo lo que tenemos que hacer es estar abiertos y permitir que suceda, y recibirla en nuestra vida diaria.