Mientras entrelazan las fibras de Buriti, las artesanas indígenas van cantando las historias, cuentos y leyendas del pueblo Warao. Recuerdan el tiempo en que vivían a orillas del río en Venezuela, antes de iniciar el éxodo hacia Brasil y otros países de América Latina. Más de 5000 indígenas de diferentes etnias, en su mayoría warao, viven hoy en varios estados brasileños.

El arte de tejer se transmite de generación en generación y resiste el paso del tiempo, los cambios e incluso la condición de refugiados por la que han tenido que pasar muchos indígenas. Además de la expresión cultural y artística, las artesanías son esenciales para la supervivencia de las familias Warao, ya que a menudo son su única fuente de ingresos.

Desde 2016 la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) promueve actividades de artesanía ofreciendo una respuesta a la población indígena que vive en los albergues bajo su gestión.

Este año, a pesar de los desafíos, continuará alentando a la población indígena refugiada a buscar soluciones duraderas que puedan reforzar sus valores y al mismo tiempo recuperar su autonomía.