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Una vez por semana, un grupo de voluntarios se reúne en la Casa Luz de la Colina, afiliada de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional, en Carmo da Cachoeira, Minas Gerais, Brasil, para realizar una oferta de amor al Reino Animal: la elaboración de bizcochos veganos para los perros que conviven con sus tutores dentro de la Comunidad – Luz Figueira y en las áreas dependientes de la Casa Luz de la Colina. Las galletas son preparadas en un horno a leña, con una receta totalmente natural, es decir, sin conservantes ni químico alguno.

 “Se trata de una oferta simple que realizamos con la intención de irradiar un poco de amor al Reino Animal, ofreciendo algo que no requiere del sacrificio de animales. Por el momento atendemos a los perros que están en el aura de este centro espiritual pero quien sabe, tal vez en un futuro próximo podamos ampliar el servicio también a otros animales, siempre con esa energía de amor tan necesario en el planeta”, comenta Hayla, una de las integrantes del grupo voluntario que todos los sábados se congrega, a partir de las 9.00 de la mañana, para fabricar los bizcochos caninos.

biscoitos-cachorros-08En promedio son preparadas unas 600 unidades por semana, de modo que a cada animal le corresponda una galletita por día. “De momento somos cuatro los que asumimos la tarea pero estamos abiertos a recibir a otros colaboradores que quieran ayudar”, complementa Hayla. Los ingredientes utilizados son: harina blanca, harina integral, almidón de mandioca, zanahoria, remolacha, zapallo, sésamo, semilla de lino y aceite vegetal. No incluye componentes de origen animal.

biscoitos-cachorros-01El proceso comienza, según comenta Hayla, con el lavado, picado y licuado de la remolacha y la zanahoria; el preparado es mezclado en la amasadora con las harinas, semilla de lino, sésamo y aceite hasta alcanzar su punto; la masa es colocada luego sobre la mesa, donde es moldeada con las manos; luego es cortada en pequeños pedazos y colocadas en moldes especiales para que queden en reposo antes de ir para el horno. “Los bizcochos son preparados en un formato que permita a los perros comer y favorecer la limpieza de sus dientes, así como aliviar el estrés, porque ellos precisan masticar una cosa dura y a ellos les encanta, les gusta mucho”, prosigue Hayla. Una vez horneados por aproximadamente 50 minutos, quedan en reposo y después son colocados en cestas hasta el día siguiente, para que tengan tiempo de secarse y adquirir la dureza que precisan. Por último, el producto es colocado en paquetes de seis unidades, cada uno identificado con el nombre del animal, y distribuido.

biscoitos-cachorros-06“Hacer estos bizcochos despierta en mí un amor tan especial como el que uno siente por un hijo, uno dialoga con cada ingrediente a medida que lo va manipulando y entra en otra dimensión, en comunión con lo Alto, es realmente un gusto, porque son muy pocos los que se preocupan por la calidad de vida de estos animalitos. Ver la alegría que sienten cuando reciben su bizcochito del día da una satisfacción tan grande que uno no puede pedir nada más”, declara Pascoal, otro de los voluntarios.

biscoitos-cachorros-09“Y reina entre nosotros una unidad tan grande, porque aquí pasamos unas horas muy especiales, dentro de un ambiente de mucha paz y armonía”, afirma por su lado Camila, también integrante del grupo voluntario. Ella participa junto con su pequeño hijo Samuel, de 4 años de edad. “Él ama esta tarea, la asumió con un sentido de responsabilidad muy grande que al llegar cada sábado no ve la hora de venir hasta aquí y poner la mano en la masa, él disfruta mucho y al regresar a casa con los bizcochos, se los ofrece a nuestro perro con tanto amor que se crea entre ellos una comunicación muy especial. Para mí es muy importante, porque desde pequeño mi hijo aprende que a los animales se les puede brindar también un alimento vivo y más digno que solamente un pedazo de carne o una ración. También descubre que puede ofrecer a su perro algo especialmente preparado para el mismo, así como ve que se preparan alimentos para él y para sus padres”, finaliza Camila.