La Fuente de la Vida

Busque en primer lugar la Fuente de la vida y, así, su yo superior coordinará su ser. Al entregar completamente su vida a lo Divino, sabrá que, habiéndola perdido para sí, va a descubrirla en esencia y en verdad en la consciencia de Dios. Estando vacío de todo, el verdadero trabajo se realiza en el grado de pureza adecuado y requerido.

Es por medio de la autoentrega y del reconocimiento de las leyes inmateriales que un ser puede cumplir la parte del Plan Evolutivo que le corresponde. La atención sobre sí mismo, la práctica de la deducción y de la ilusoria voluntad de conducir la propia evolución genera fuertes obstáculos para que ella realmente ocurra.

El verdadero estado de libertad

El verdadero estado de libertad se va alcanzando mediante un proceso en el cual, simultáneamente, la energía del ser interno se eleva y  el ego se rinde a ella. Es necesario cultivar la gratitud por el trabajo interior. Para que una indicación interna se cumpla, es esencial que el individuo la tenga como medio de glorificar la Vida Suprema.

Todo lo que de real un individuo llega a saber no es enseñado externamente, pues el conocimiento verdadero brota de su propio interior. El contacto con los reinos internos es como el doblar de las campanas que tienen el momento exacto de sonar y  que, en cada toque, el tono se aumenta.

Una información no produce el mismo efecto en todos los seres que la reciben. Cada uno la absorbe según su propia necesidad, sus condicionamientos y su grado de apertura para lo nuevo. En la simplicidad, el hombre conocerá la esencia de todas las cosas. La experiencia de otro puede servirle de indicación, pero la verdadera comprensión solo se obtiene cuando, con sus propios pies, el peregrino llega a las tierras sagradas.

Cuando se permanece neutro delante de una información, recibiéndola sin asentir y sin rechazarla a priori, es que puede emerger del propio interior la compresión de aquel momento dado o de una situación específica.

La energía

La energía, así como la luz del sol, se entrega a todos por igual; como la lluvia, hace crecer las plantas, sean buenas o malas. Cada Ley, cada instrucción que nos llega, es como una semilla germinada que nos colocan  en las manos. Si no se la lleva rápidamente a la tierra, termina muriendo; y si la tierra no está labrada, igualmente sucumbirá.

La vida interior

La vida interior es poder cuando los hombres flaquean; es suavidad cuando les falta dulzura; es sabiduría cuando ignoran como conducirse; es amor cuando tienden a ceder a la ira; es luz cuando se encuentran en las tinieblas.

Es en el  plano mental que, desde el punto de vista del espíritu, ocurre el aprisionamiento de la consciencia por la materia, o sea, es en ese plano que la vida se identifica con su propia imagen.

Si, con muchas palabras, el hombre divulga su pretendida sabiduría, al vislumbrar el verdadero saber, optará por el silencio. Si llega a hablar, entretanto, el lo hará con palabras que, por su entrega, el Espíritu colocará en sus labios.

Nuestro trabajo no se destina a las apariencias, pero sí a la esencia

Nuestro trabajo no se destina a las apariencias, pero sí a la esencia, a lo que subsiste bajo las ilusorias formas exteriores. Sin patria, sin dogmas y sin credo camina el verdadero peregrino. De su pasado, nada tiene que  decir; de su futuro, nada que esperar. Somos guardianes del porvenir; el futuro no nos pertenece, pero tampoco podemos descuidarlo.

Una sola Vida

Muchos pueblos deben volverse un solo grupo; muchos países, una sola nación; muchas lenguas, un solo idioma; muchas filosofías, un solo pensamiento; muchas religiones, un solo movimiento interno; muchos fragmentos de vida, una sola Vida.

Artículo de referencia: Jornal del Tiempo, del 30/oct/2016
Nombre del artículo: El verdadero estado de libertad ocurre en el plano de la vida interior – O verdadeiro estado de liberdade ocorre no plano de vida interior
Audio de Irdin: Não estamos sós
Audio completo: http://www.irdin.org.br/acervo/detalhes/5708
Tiempo de audio: 6’18 a 10’05