La Red-Luz Rio de Janeiro realiza un ritmo semanal en la Comunidad-Luz Nueva Tierra, situada en la región de Teresópolis, estado de Rio de Janeiro, Brasil. Cada semana, el grupo combina previamente cuál será el movimiento de servicio.
La propuesta es apoyar en el mantenimiento y las actividades generales de la Comunidad-Luz, con disponibilidad para atender cualquier necesidad. La integración entre los miembros de la Red-Luz, del Monasterio de la Divina Esperanza y Redención, y de la Comunidad se basa en la fraternidad y en la alegría de servir. El grupo también participa de las liturgias del Centro Mariano, tales como: Oración, Adoración y Comunión
Según Triguerinho en el Léxico Esotérico de la Obra de Triguerinho, el Servicio es «el medio más seguro de ascesis. Lleva al individuo hacia la trascendencia del ego y se fundamenta en el olvido de sí, en la acción abnegada» (lema Servicio).
María Ligia Sanhaço, participante del grupo, relató que «en el momento de la tarea me sentí entera, muy concentrada y presente (…) Yo sentía la presencia de mi ángel, orientándome para hacer lo mejor. (…) sentía una mano por detrás de la mía, algo más sublime».
Un grupo llamado «Prudential» participó por primera vez de las actividades y la colaboradora de la Red-Luz Deliane Barbosa dijo que «ellos estaban muy tocados; participaron de la sintonía de la Comunión y tuvieron una buena impresión, se sintieron muy bien»
La Red-Luz de Rio ayuda en el mantenimiento del Centro Mariano y también asumió las actividades de terminaciones y finalización de la construcción de la Casa de Oración de María. Además, el Grupo sostiene Vigilias de Oración semanales dentro de ese templo consagrado a la Madre Divina.
«El grupo siempre tiene que estar consciente de la presencia de María y de Su Hijo, el Niño Rey, en ese Centro Mariano de Amor. Las Apariciones de María fueron impresionantes y el trabajo realizado por la Divinidad con los niños no se manifestó solamente allí sino que se hizo extensivo a todo el planeta», comentó Paula Gama, coordinadora del Grupo.
Así, en cada encuentro en el Centro Mariano, surge una oportunidad única de servicio, y de aprendizaje basado en la vida comunitaria y fraterna.
