Plantar un árbol es un acto lleno de significados; para nosotros, para ellos y para el medio ambiente
En la Comunidad-Luz Nueva Tierra, afiliada a la Fraternidad- Federación Humanitaria Internacional (FFHI), se inició en 2019 un movimiento hacia los árboles, junto con la expansión del cultivo y cuidado del Reino Vegetal.
La Comunidad-Luz ya realizó otros relatos abordando el tema de las plantaciones, como cuando contó un poco sobre las hortalizas cultivadas para el autoconsumo de los residentes y la aspiración de avanzar hacia un futuro sostenible. Pero los árboles merecen un capítulo aparte.
Desde 2019 se han plantado innumerables árboles en la Comunidad-Luz Nueva Tierra, y estos son solo algunos: acerola, zarzamora, pitanga, jabuticaba, guayaba, araçá, ciruela, lichi, naranja, limón, mandarina de la variedad pokan (bergamota), ingá, fruta del pan, cacao, café, graviola, cupuaçu, acai, aguacate, lapacho, moringa, nuez de maranhão, higo, jatobá, guapuruvú, jackfruit, abiu, acacia, sibipiruna, mulungu, caqui y muchas otras especies.
«Muchos plantines de estos árboles los formamos nosotros mismos mediante semillas. Los otros ya llegaron aquí como plantines listos, como es el caso de los nueve olivos que fueron donados con mucho amor por los miembros de Red-Luz», dicen los residentes de la Comunidad-Luz Nova Terra.
«Y por más que muchos de ellos produzcan frutos deliciosos que nos sustentarán abundantemente en el futuro, su papel va más allá», explican.
«Tener una agrofloresta junto a nosotros es algo que trae a la Comunidad-Luz una presencia más viva de la consciencia del Reino Vegetal participando en la construcción de esta Nueva Tierra. Los árboles no sólo proporcionan frutos, sino también cobijo y son una referencia para otros animales, protegen y sostienen a plantas más pequeñas, aportan materia orgánica con sus hojas y frutos, purifican el aire y nos abrazan con su refrescante sombra», destacan los residentes.
Se han creado diferentes grupos de frutales para que toda la Comunidad_ Luz reciba sus beneficios, a la vez que se les pueda devolver la misma ofrenda a través del cuidado y manejo para que crezcan y se desarrollen con respeto y armonía.
«También sabemos que los árboles son guardianes que nos inspiran una unión estrecha con toda la grandiosidad de la naturaleza a través de su verticalidad y fuerza. Su presencia es indispensable en el camino evolutivo de cualquier ser», nos dicen.
¡Que esta responsabilidad con los Reinos de la Naturaleza se extienda por generaciones y que muchas personas cosechen estos frutos de amor!
