Un escenario dinámico a través de mandalas y espirales en movimiento circular que se proyectaban en las paredes, y que hicieron el efecto de ventanas que invitaban a asomarse a una meditación en el recuerdo de la forma y estado del Cosmos, fue el ambiente creado que recibió al público asistente en la novena edición del evento Música para la Cura y Elevación de la humanidad y el que acompañó como marco a toda la presentación.

Este evento que se llevó a cabo el pasado 23 de octubre, se desarrolló en el auditorio de F2, área ubicada en la Comunidad-Luz Figueira. Bajo el tema “Los Espejos”contó con la dirección musical de Fray Benedetto, monje de la Orden Gracia Misericordia y la participación de coristas y músicos invitados, además de la siempre esperada presentación de la coral de  las Comunidades-Luz afiliadas a la Fraternidade-Federación Humanitaria Internacional. 

El Poder Femenino

Un evento que inspirado en el tema “Los Espejos” se caracterizó por la energía femenina presente como parte importante de la manifestación de la Creación. Así se desplegó un repertorio musical impregnado de esta vibración, en el cual se encontraban piezas como: Sol-Lar, Espejos de Luz, Espejos Sublimes, Madre Luz, La Sagrada Energía Femenina, Paz por la Paz.En la misma línea conceptual se exhibieron videos de instrucción bajo los  siguientes títulos: Los Espejos, La Creación de los Espejos, Los  Espejos y la Humanidad

Los encuentros de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad cada vez están siendo más receptivos a la participación de  músicos invitados, es así como atraído por esa energía de inclusión llega Marcelo Bomfim, de Aguas de Lindóia (SP), Músico multiinstrumentista y educador. Autor de Sol-Lar composición musical que abrió la exhibición de ese día, la cual interpretó al piano acompañado con la flauta traversa del también músico y educador, Hernán Miranda, miembro de la Comunidad-Luz Figueira.

Invitados

 “Sol-Lar abre con la presencia del piano y representa la explosión solar, fuerza crística que ilumina, orígen de todo”, explica Bomfim. Según él, un orígen en el que está implícita la unidad. “Los matices cíclicos en un ir y venir de la composición misma, en un punto reflejan, cual espejo, la energía femenina y masculina presente en todo”, agrega. En su primera participación este músico, se muestra emocionado y comparte lo siguiente: “Para mi participar de un evento como este, es una honra, una responsabilidad y también una oportunidad. Me hizo otra persona, salí con más fuerza, más luz, alineado, soy otro. Ha sido una experiencia maravillosa, transformadora”.

Las “Niñas cantoras de Lavras”, hoy día una referencia musical de Brasil, también estuvieron presentes en esta edición de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad.  “Este trabajo con las niñas ya existe desde hace diez años, es la cuarta vez que vienen a Figueira, siempre recuerdo que antes de su primera presentación aquí, nos tomamos un buen tiempo para la preparación», comenta José Maciel, director de esta agrupación.

“No es solo abrir la boca y cantar, trabajamos mucho la letra de la música, profundizamos en temas como la paz, la consciencia, la humildad y estudiamos sobre el cuerpo mental, el emocional, ellas se esfuerzan por aprender y dar lo mejor y puede verse en la devoción con la que cantan.Sin temor a equivocarme, es un trabajo conducido, guiado”, continúa. «Presentarse aquí es una alegría para ellas y la invitación siempre es recibida con mucha gratitud”, finaliza diciendo Maciel.

Ambiente que acoje muchas almas

Desde hace tres años, los días 23 de cada mes se realiza este evento que es fruto de un pedido de la Virgen María en mensaje transmitido (el 26 de noviembre de 2015) a través del vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús.

Aun cuando el pedido es relativamente reciente, la ejecución y resultado del mismo es producto de un trabajo de muchos años. Así explica Fray Benedetto, monje de la Orden Gracia Misericordia quien es el director musical. “El trabajo con las músicas en las comunidades principalmente en la Comunidad-Luz Figueira se realiza desde hace treinta años y a lo largo de todas las etapas de esta tarea, diversas manifestaciones se han dado y algo, que no podemos abarcar con la consciencia, se construyó internamente. Música para la Cura y Elevación de la Humanidad es una de esas manifestaciones recientes”.

En el conocimiento de que este encuentro es esperado mes tras mes por muchas personas de diversos países, fray Benedetto comenta: “La música es esa puerta que se abre  para acoger a muchas almas, es uno de los campos en el que se puede vivir realmente el ecumenismo.A través de la música y en particular de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad podemos crear un ambiente para que todas las almas, con independencia del credo, puedan sentirse armónicas y participen de este trabajo espiritual que es de mucha profundidad”.

Esta edición, titulada “Los Espejos” es el segundo programa de una trilogía que inició con el tema de la Cosmogonía. El próximo mes se cierra la trilogía y cabe la pregunta, ¿Qué sigue después de este viaje por el Cosmos que con sus Espejos  nos ha llevado a las profundidades de nuestro ser? “Habrá que estar atentos a la próxima edición, están invitados” concluye el fray.

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