Los días 29, 30 y 31 de enero, la Fraternidad -Federación Humanitaria Internacional (FFHI), en asociación con la Red Interinstitucional de Educación en Situaciones de Emergencia – INEE, organizó un curso online sobre las «Normas Mínimas para la Educación en Emergencias».
Según Priscila Vasques, coordinadora del Sector de Formación y Desarrollo (T&D) de la Fraternidad Humanitaria (FFHI), “el curso tuvo como finalidad formar a todo el grupo de misioneros voluntarios del Eje Educación en Emergencia de la Misión Roraima y Manaos, y las Comunidades-Luz Figueira y Nova Terra, dentro de las normas del INEE, que es la organización que desarrolló los Requisitos Mínimos para la Educación en Emergencias, manual que orienta el trabajo en este campo”.
Con 34 participantes, entre ellos siete orientadores (guías, coordinadores), dos de ellos, miembros de la Comunidad de Lengua Portuguesa del INEE, Andreia Soares y Julio G. Santos, y cinco misioneros de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI), Priscila Vasques, Anderson Santiago, Angélica Baglivo, Fátima Cavalcante y Raquel de Souza.
Para la formadora Andreia, – “El INEE acogió con gran satisfacción y alegría la iniciativa de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) de dotar a sus equipos del Centro Educativo una formación especializada en el marco de los Requisitos Mínimos para la Educación”.
El hecho de que hubiera sucedido en una plataforma online no impidió que todos se involucraran con diligente dedicación, y según explica la voluntaria y coordinadora Fátima: “el grupo aprendió a reflexionar, a discernir, a analizar y a construir un lenguaje común, verificando cómo la Educación puede ayudar a proteger, curar o mitigar el trauma, reduciendo el impacto en la población afectada, especialmente en los niños y adolescentes, quienes suelen estar en mayor riesgo y vulnerabilidad”.
Fátima también considera que “esta capacitación fue un antes y un después, ya que el grupo pudo compartir impresiones, expandir visiones, crecer y madurar en conjuntos, incorporar ideas y prácticas surgidas de experiencias consolidadas en diferentes partes del mundo”.
El mismo entusiasmo mostró otra misionera voluntaria que sirvió como formadora y foco, Raquel, quien cree que este curso ha mejorado el contenido existente: “Veo esta Formación como una valiosa herramienta para mejorar nuestra práctica en misiones y servicio humanitario, complementando la formación sobre las Normas (Manual), Esfera y principalmente para mejorar la calidad de la educación en situaciones de emergencia. A través de los Requisitos Mínimos de Educación podremos trabajar con fundamento, calidad, equidad y confianza”.
Entusiasmo, alegría, compromiso, interés, disciplina y organización, son algunas de las palabras que definieron los trabajos que tuvieron lugar en estos tres días de intenso contacto entre los participantes.
“El curso brindó la oportunidad de apropiarse de (un) contenido importante para ponerlo en práctica. Entiendo que recibimos una herramienta que estará al servicio de sumar a todo el trabajo. Tuvimos una experiencia muy intensa con incentivos muy positivos y de crecimiento”. Así lo relata la misionera voluntaria Angélica, quien también participó como formadora y coordinadora.
Punto Focal INEE en Brasil
Los incentivos positivos y de crecimiento están realmente en la agenda para la continuidad de este trabajo, y son motivo de celebración, ya que la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) fue seleccionada como uno de los Puntos Focales del INEE, a través del misionero voluntario Anderson, en un proyecto piloto que se desarrollará durante el primer semestre de 2021.
«Aún en enero, se aceptó la candidatura de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI) como Punto Focal de INEE Brasil. En total, habrá 12 puntos focales de INEE en todo el mundo, representando a las comunidades portuguesa, inglesa, francesa, española y árabe. Formación en los Requisitos Mínimos en Educación comienza entonces un recorrido que se desarrollará en los próximos meses, buscando ampliar el conocimiento de la Educación de Emergencia en Brasil, articulando actores humanitarios y perspectivas de acción en las situaciones humanitarias que se viven actualmente”, explica Anderson.
Son motivos de celebración para todos los participantes de este trabajo, cuyo entusiasmo mostrado durante el curso, se justifica por el hecho de que existe, entre todos, un denominador común: el deseo de que venza el bien, el bien para todos. Y esto está presente en palabras de Andreia: “En mi opinión, los tres días de capacitación permitieron no solo el desarrollo de habilidades técnicas, sino también el desarrollo personal con miras a un ideal común: el acceso a una educación de alta calidad. Y en condiciones de seguridad para todas las personas, niños, jóvenes y adultos».
En este contexto, conviene recordar que el fundador de Fraternidad- Humanitaria (FFHI), José Trigueirinho Netto (1931-2018), siempre decía que “todo, aún, está por hacerse” y repetía incansablemente: “La Gracia es infinita, el Amor es invencible ”. Ante estas afirmaciones, los misioneros voluntarios avanzan, sabiendo que ambas son reales, verdaderas y que es así, el bien común es posible.