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Agradecimiento al viento

Imagínese alguien que camina por un sendero sabiendo que no lo llevará al destino que lo espera, pero, aún así, no consigue dejar de seguir por él. Intenta una manera de entrar en el rumbo correcto, pero termina quedándose en ese sendero. De repente, un viento fuerte lo arrastra donde debería estar. Aunque al ser llevado así se golpee y se lastime, después de vivir ese cambio, tendrá un sincero agradecimiento al viento que lo puso en el lugar correcto.

Este cuadro representa el estado actual de la humanidad rescatable. Una parte de la humanidad sabe que está viviendo algo que se contrapone a la Ley Mayor de Dios; tiene plena consciencia de la degradación de los patrones de la actual sociedad, pero continua inmersa en ese esquema decadente.

Para que se instale lo nuevo

Para que se instale lo nuevo, es necesario romper las estructuras cristalizadas que aprisionan el flujo de energía. En medio de la falta de hábitos, de esquemas mentales y materiales, la luz de la verdad emerge. Revela los pasos que cada ser que puede unificarse puede dar. Aquello que aun siendo desconocido, le aporta renovación.

Es común desear la paz en momentos de dolor y conflicto, pero para que ella se instale en la consciencia humana es necesario buscarla continuamente. La paz es un estado interior en el cual el individuo se coloca en perfecta sintonía con la realidad espiritual. Las inconstancias de la mente o las emociones no pueden perturbarla. Cuando se hace  presente, el ser es capaz de expresar ecuanimidad tanto en las situaciones calmas como en las tempestuosas.

Señalar a los hombres la existencia de estados sublimes tiene el propósito de alinearlos con el potencial oculto en su propio interior.  Como fruto de la perfección, la paz puede parecer apartada de las actuales posibilidades de la vida en la Tierra, pero esa aparente distancia se reduce cuando la consciencia se lanza con decisión al encuentro de ese estado.

El mañana estuvo siempre escrito en el libro de la eternidad, pero la forma como él se presenta se crea en el momento en que se manifiesta. La evolución del hombre aspira permitir que él adquiera virtudes que eleven su consciencia a niveles sutiles, más allá de la materia. Mientras la vida se desarrolla, pacientemente, de forma interna, el espíritu va tejiendo los patrones de estas virtudes en la consciencia del ser.

 

Paciencia con la evolución del ser

Se necesita tener mucha paciencia con la evolución del ser. Un fruto sacado del árbol antes de tiempo presenta dificultad para madurar. Cada consciencia tiene su momento exacto para desvincularse totalmente de la vida terrestre. Solo entonces estará apta a donarse con plenitud.

Cuando un individuo deja de trabajar para sí, comienzan a ocurrir milagros. Hoy, varias personas que ya viven el cumplimiento total de las Leyes de Dios, y así avanzan. Visto desde las estrellas distantes, este proceso equivale a la luz potente de un sol elevándose del centro de la Tierra y resplandeciendo exteriormente.

La belleza de una obra construida por manos que trabajan en armonía es suprema; manos que unidas, dejan la individualidad  y dan forma a la voluntad suprema. En muchos individuos la atracción de la vida espiritual, profunda está superando los vínculos creados con el mundo. Por eso, las puertas del universo celestiales están más próximas de la humanidad.

Las luces de las virtudes sublimes

Una instrucción espiritual dice que todo lo que podemos hacer para que el mañana sea una alborada radiante en la Tierra es alimentar en nosotros las luces del despertar, las luces de las virtudes sublimes.

Libro de Trigueirinho: Mensajes para su transformación, página 111
Nombre del artículo del libro: Las luces del despertar y las virtudes sublimes.
Áudio da Irdin: Conversaciones con Trigueirinho nº 708 (Conversas com Trigueirinho nº 708)
Audio Completo: http://www.irdin.org.br/acervo/detalhes/12251
Tiempo del audio: 21’48” a 23’10”