Durante 13 días, un incendio en la región de Córdoba, Argentina, destruyó más de cuarenta mil hectáreas de bosque nativo, capoeira, espinillo y pastos, incluyendo 100 hectáreas donde la Comunidad-Luz de la Hermandad realizaba actividades de regeneración del Reino Vegetal con plantío de árboles nativos, sistemas agroforestales y otras actividades relativas a la vida comunitaria.

Comunidade-Luz da Irmandade

Los primeros fuegos del incendio comenzaron en la madrugada del sábado, 15 de agosto, cerca de Villa Albertina, en el departamento de Ischilín. Pero a medida que pasaban los días, las llamas se extendieron debido al tiempo seco y a los fuertes vientos.

Los miembros de la Comunidad tuvieron que ser evacuados el día 23 de agosto, cuando el fuego alcanzó el lugar, pero según Lucía, residente de la Comunidad-Luz, «gracias a Dios y a la red de oración que se activó en ese momento, el fuego no consumió los edificios, ni los tanques de agua ni el espacio agroforestal destinado a la producción de alimentos ”.

Tiempo de restauración y reinicio

Al retornar al local, tras varios días, los miembros de la Comunidad se pusieron a trabajar, limpiando el espacio, reparando tuberías quemadas, continuando la construcción del invernadero y preparando el compost para fertilizar el suelo para la próxima siembra.

Lucía comenta que a través del servicio, el grupo va «llevando un poco de esperanza al lugar devastado, ofreciendo tareas de restauración a los Reinos de la Naturaleza».

Los miembros de la Comunidad-Luz de la Hermandad demuestran en la práctica lo que aprendieron con la naturaleza: es siempre el momento de restaurar lo que fue dañado y de comenzar nuevos ciclos.