Gratitud y Fe ayudan al trabajo para llevar la donación más allá de lo material
El lugar es de difícil acceso. Es un viernes de octubre con poco sol, a las once de la mañana y el grupo llega por primera vez a la Comunidad Nova Canaã situada en la ciudad del litoral de Guarujá, estado de San Pablo, Brasil. Tres miembros de la Red-Luz local cargan bolsas ya preparadas de donaciones (arroz, frijoles, fideos, azúcar y ajo) obtenidas de una donación proveniente de la ciudad de San Pablo, Capital.
El grupo camina entre los callejones y chozas a lo largo de las pequeñas calles estrechas y fangosas. Las casas están construidas sobre palafitos (pilotes de madera que sostienen la casa sobre lugares acuosos) en este caso, una zona de manglares, constituida por agua de mar y de ríos. De casa en casa, los colaboraores distribuyen las donaciones, las 31 bolsas.
Fatima Terriaga es una residente del lugar desde hace un año y ocho meses, tiene cuatro hijos y está sin empleo. “Yo les agradezco mucho que ustedes estén colaborando y trayendo algo para nosotros. La ayuda nos auxilia mucho.»
Los miembros de la Red-Luz perciben que así como Doña Fátima, muchas familias pueden estar en esa misma situación. «Pudimos sentir que al principio las personas se sorprendieron, ya que no están acostumbradas a recibir donaciones. Se sienten olvidadas, ignoradas y apartadas de la sociedad. Todos estaban muy agradecido, felices y alegres porque sintieron que hay personas que se acuerdan de ellos. Fue una tarea muy gratificante «, comentó Rosibeth de Oliveira, miembro de la Red-Luz de Guaruja, afiliada a la Fraternidade – Federación Internacional Humanitaria.
Al día siguiente, el grupo llega a otra comunidad no lejos de la visitada el día anterior Es la Comunidad de Morrinhos 4. Esta vez sí conocen el trabajo de distribución ya que lo reciben desde hace años. Allí se donaron peras, ajos y paquetes de fideos, para 40 familias de la comunidad. Las frutas forman parte de la donación de 160 kg de alimentos (peras, ciruelas, manzanas, fideos y ajos), recibidos en el puerto de Santos a través de un programa del Ministerio de Agricultura. El resto de los alimentos (algunas peras y muchas ciruelas y manzanas (se llevaron al Monasterio de la Sagrada Casa madre Paulista, que queda en el Núcleo-Luz de Figueira en San Pablo, en el municipio de Carapicuíba.
Donación y Fe
Además de las donaciones materiales, que son muy importantes para las comunidades necesitadas, la actitud de los servidores conectados con la donación genuina, en donde nada se ambiciona, proporcionan la manifestación de la Vida Única. La Fe verdadera, que proviene de niveles de consciencia elevados, hace que surjan situaciones positivas más allá del plano físico y situaciones inimaginables para los seres. *
«Que nosotros consigamos llevar a estas personas de la comunidad un poco de paz y alegría, no sólo alimentos materiales de las pequeñas bolsas. Estoy segura de que en esas bolsas había algo de María, mucho más que el alimento material. Que podamos estar en esta tarea junto a María y a San José, para estas personas que necesitan de nuestra presencia y que esta presencia pueda ser más constante «, añaden Rosibeth.
* Párrafos extraídos del libro «Léxico Esotérico de la Obra de Trigueirinho«
