Docenas de personas se ofrecieron como voluntarias para la tarea de limpiar el terreno donde Núcleo-Luz de Figueira en São Carlos construirá la Casa de San Lázaro que brindará apoyo y bienvenida a los pacientes en cuidados paliativos.

El  mutirão se llevó a cabo el  22 de febrero,  un día de intenso trabajo para voluntarios y miembros de la Red-Luz de San Carlos  que se ocuparon  de limpiar cuatro terrenos, cubriendo un total de 1,400 m2, donde se construirán las alas y los pabellones de la Casa de San Lázaro.

La casa se levantará cercana al núcleo, en el barrio de Planalto Paraíso, frente al Bosque Regynaldo Zavaglia, un parque ecológico creado en un área de protección ambiental.

Antes de recoger los rastrillos, azadas, machetes y desmalezadoras para comenzar las actividades, todos se unieron para estar un momento en silencio en el bosque.

La coordinadora de Núcleo-Luz, Madre María Cleonice, dijo a los presentes que «esta primera incursión fue una ofrenda para que la Casa de San Lázaro se base en la unidad y en la fidelidad entre los que se entregan para servir a los que sufren».

También estuvieron presentes el gerente general de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), Fray Luciano, la secretaria ejecutiva de la Fraternidade Humanitaria (FFHI), Leda García, y el Secretario de Medio Ambiente, Ciencia, Tecnología e Innovación de San Carlos, José Galizia Tundisi.

 Fernanda Januário, una de las voluntarias, dijo que era muy importante tener el primer contacto con la futura ubicación de la Casa de San Lázaro: “el trabajo que hicimos estableció las bases de nuestra presencia, abriendo el camino para la construcción de esta importante obra. Confirmó y fortaleció la fe de que estamos en el camino correcto”.

La voluntaria Juliana Leonardi estaba feliz e impresionada por la fuerza de la solidaridad que sintió al participar en el grupo de trabajo voluntario (mutirão): “es hermoso ver este movimiento que lleva a las almas al servicio altruista. En un momento planetario de caos y falta de optimismo en la humanidad, este movimiento opuesto es extraordinario, con personas, desde niños hasta ancianos, donando su tiempo y servicio. Este tipo de experiencia expande nuestras conciencias y es la verdadera escuela donde aprendemos sobre la fraternidad”. 

Marina Cisotto, quien participó con su esposo y sus dos hijos, Davi y Caio, dijo que vivieron esta experiencia con el corazón abierto reconociendo el aporte al proceso educativo en la caminata familiar. 

Los esfuerzos voluntarios conjuntos (mutirões) en los terrenos de la Casa de San Lázaro se realizarán mensualmente y las fechas siempre se anunciarán aquí en este Portal de Noticias.

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