La voluntad persistente de ampliar el propio nivel de consciencia

La voluntad persistente de ampliar el propio nivel de consciencia es indispensable para la evolución. Ese impulso que acompaña al ser, se perpetúa y crece continuamente, volviéndose cada vez más directo y puro, se llama devoción.

En la infancia, en general, es muy pronunciada, pero se va distorsionando con el paso del tiempo, con la educación normal. Mientras la devoción empuja al individuo a buscar niveles más altos, la educación lo conduce a actividades en el nivel horizontal, de lucha por la superviviencia. Cuando se tiene un ideal, lo más importante es no concretarlo, sino volcar hacia él la energía de la devoción y, así, alcanzar niveles superiores de consciencia. En ciertos casos, es bueno para el progreso del ser interior, que un ideal se realice, en otros desengañarse del objeto de devoción es lo más adecuado, teniendo en cuenta las fases sucesivas de la evolución.

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Bajo el impulso de la devoción

Bajo el impulso de la devoción, el individuo pasa por diferentes etapas: primero, tiene veneración por alguna cosa o persona; luego, la veneración se transfiere a una idea o ideal, y él se esfuerza entonces, para mantenerlo nítido en su ser. En seguida, la persistencia en la meta, efecto de la devoción, produce la crisis que lo lleva a desapegarse de las formas y a abrirse a la totalidad de la vida. Esa energía le provee un vasto campo de trabajo.

Ser devoto y al mismo tiempo desidentificarse del objeto de la devoción es algo que se debe aprender, y demanda la superación de las pruebas. Si el individuo comprende que el hecho de ser llevado por una energía superior a desligarse compulsivamente del objeto de la devoción es positivo, se siente liberado. Nada pierde: al apartarse de la forma, se aproxima a la esencia, que es imperceptible. Por lo tanto, esa energía construye y al mismo tiempo destruye; los objetos de veneración son destruidos a fin de que el ser incorpore la esencia de cada uno de ellos. Pero, cuando se instala en la vida del individuo un estado de unión más profundo con la propia esencia, la cuestión de saber hacia dónde canalizar la devoción se torna secundaria; a partir de esa etapa, el puede conocer lo que es verdaderamente el servicio.

Cumplir la ley espiritual

La devoción, que tiene inicio en el despertar interior, mueve al individuo a cumplir la ley espiritual y no la material. La devoción no es una actitud pasiva, entrega emocional ni seudocontemplación, sino disponibilidad consciente acompañada de olvido de sí mismo y de fe para servir y para la aplicación de la ley evolutiva. Por la devoción se pueden alcanzar estados vibratorios más sutiles, sin los cuales la entrega genuina del ser al centro de la propia consciencia no se realiza.

Por eso, los cuerpos materiales deben estar impregnados de reverencia a la Vida Suprema, inmanente a todo el Universo. San Juan de la Cruz (1542-1591) asocia la belleza y la claridad de los tonos del crepúsculo a la devoción, la llama que va al encuentro del fuego más potente. La devoción es lo que lleva al aspirante a continuar, aunque los embates de la vida externa intenten consumir sus fuerzas; es lo que lo hace avanzar aún en los períodos de oscuridad, pues le aumenta la fe.

La devoción es la llama con la cual se eleva la humanidad

Velas Fogo ArdenteLa devoción es la llama con la cual se eleva la humanidad. Está en el impulso que conduce al ser a las profundidades de la consciencia en busca de la perfección. Está en las luces de las naves que, silenciosas, cruzan el cielo en gloria a Aquel que las envía en servicio. Está en la adhesión del hombre que, aún sin comprender totalmente la realidad supramental, se entrega a ella: la devoción lo ilumina, haciéndole ver la grandiosidad del Espíritu.

Artículo de O Tempo: La devoción es fundamental para la ampliación de la consciencia (A devoção é fundamental na ampliação da consciência.)
Fecha de publicación: 12/8/18
Audio de Irdin – completo en: A Voz de Amhaj