Creado por la ONU, el Día Internacional de la Tierra, celebrado el 22 de abril, nos brinda la oportunidad de reafirmar nuestra responsabilidad colectiva de promover la armonía con la naturaleza y buscar caminos más sostenibles que no amenacen la continuidad de la vida en el planeta.
Durante esta semana, el Portal de la Fraternidad -Federación Humanitaria Internacional (FFHI) traerá algunos ejemplos de cuidado, respeto y convivencia armoniosa con los Reinos de la Naturaleza practicados en las Comunidades-Luz. ¡Síganos!
Uno de los elementos sagrados que compone la naturaleza es la tierra. Elemento femenino, que acoge lo que reposa en ella, transubstancia y recrea para un nuevo ciclo, una nueva forma. En este movimiento cíclico de la vida, la tierra es un vehículo, una cuna, una plataforma para toda la vida del planeta, que no lleva su nombre por casualidad.
En la Comunidad-Luz Nova Terra, afiliada a la Fraternidad -Federación Humanitaria Internacional (FFHI), este elemento sagrado es reverenciado principalmente como la madre de todo el Reino Vegetal. El que aporta todo el aire puro, el alimento, la cura, la armonía y la belleza.
Desde hace unos tres años la tierra ha sido un participante activo en la vida cotidiana de la comunidad, ganando protagonismo en reuniones grupales, decisiones, tareas, etc. Con la implementación del sistema agroforestal en varias áreas, se descubrió un aspecto más de este elemento, que se mostró vivo y sensible al trabajo amoroso y dedicado del ser humano.
Actualmente se cultivan y cosechan variedades tales como: mandioca, maíz, trigo, maní, frijol, col, zanahoria, remolacha, repollo, yacón, bananas, además de hierbas medicinales, condimentos, árboles frutales, flores, entre otras especies, en un sistema que se autogestiona, bajo la atenta mirada del grupo, a través de una empresa aún pequeña y humilde, pero manifestada con mucho amor.
En la Escuela Viva Parque Tibetano se incluye la vivencia con el elemento tierra y el Reino Vegetal a través de los talleres. Así, desde pequeños, los niños aprenden que los elementos de la naturaleza pueden, efectivamente, ser nuestros hermanos en este camino evolutivo, y que colaboran mucho para ello si nosotros además sabemos servirlos y colaborar con ellos.
La tierra proporciona todo en su abundancia materna e infinita. ¡Que podamos descubrir cada vez más sus posibilidades y necesidades, agradeciendo siempre este elemento sagrado!
Obs: Fotos tomadas antes del período de la pandemia