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Câncer 1 – Enfermedad planetaria
Cura de la maldad humana

La ciencia espiritual que nos transmiten los Mensajeros Divinos, Cristo Jesús, María y San José, nos revela que el Planeta Tierra constituye un Planeta-Escuela, incluido en un Proyecto divino perfecto, y a donde venimos con un propósito que cumplir muy definido y con un programa de aprendizaje muy específico para realizar. En nuestra larga trayectoria cósmica recorremos muchos caminos, acumulamos muchas experiencias positivas, pero al mismo tiempo, nos fuimos desviando de aquel proyecto original que el Creador había trazado para cada uno de nosotros.

Aquí en la Tierra, identificados con el mundo de ilusiones en el cual nos encontramos inmersos, perdemos poco a poco la memoria de nuestro origen y la trayectoria cósmica y, así damos la espalda al Plan Mayor que nos trajo hasta aquí. En este recorrido cometemos errores, acumulamos débitos y nos apartamos de la Ley. Para la ciencia espiritual el cáncer surgió como un instrumento básico para transmutar, purificar y disolver toda la maldad generada por la humanidad y acumulada a lo largo de su existencia. El potente fuego purificador, que está en su esencia, es capaz de disolver esa densa carga de violencia, siempre presente y hoy todavía muy presente en nuestra civilización. Se tornó así una enfermedad planetaria, un agente de cura que alcanza a todos por igual, directa o indirectamente, de forma individual o como humanidad.

El instructor espiritual Trigueirinho, nos abre la consciencia desmitificando la tan temida y penosa condición humana y planetaria, dándonos llaves preciosas para trascenderla. La ciencia oficial solo se ocupa en intentar develar y tratar sus manifestaciones externas, mientras que la ciencia espiritual reconoce su origen más profundo y en el papel oculto que le cabe dentro del actual proceso evolutivo de la humanidad. Por lo tanto, nos corresponde hoy ser más conscientes de esta condición universal, de forma serena y neutra; saber convivir con ella directa o indirectamente, servir positivamente a quien la vive y que necesita de atención y de cuidados; o incluso colaborar de alguna otra manera con el propósito mayor que ella cumple.

Vea en la próxima semana la Parte 2 de este estudio.

Texto: Fray Ameino

Audio 1: Irdin – Conversas con Trigueirinho n°176
Audio Completo en: www.irdin.org.br/acervo/detalhes/4475

Audio 2: Irdin – Conversas con Trigueirinho n° 105
Audio completo en: www.irdin.org.br/acervo/detalhes/4453