En solo dos días, cerca de veinte jóvenes realizaron distintas acciones con mucha dedicación y esfuerzo colectivo. El trabajo en equipo se desarrolló el fin de semana del 20 y 21 de julio.

En la primera etapa de la jornada, el grupo fue al hogar “Don de Maria” que alberga a veinticinco señoras con necesidades especiales en situación de abandono. La entidad es mantenida por las “Misioneras de la Caridad” y está ubicada en la localidad de Beccar, en el Gran Buenos Aires. Además del trabajo con las ancianas, las hermanas sostienen un comedor comunitario.

Los misioneros se dividieron en dos frentes de acción inmediata. El grupo de reparaciones generales se ocupó de la limpieza y organización de las áreas comunes, mientras que el equipo de apoyo se arremangó para ayudar en la cocina y el refectorio. Los misioneros ayudaron en la preparación de ciento cincuenta comidas servidas en aquel sábado. La hermana Porcia encargada de la cocina, quedó aliviada con la llegada del equipo extra. – “¡Dios siempre envía a la divina providencia! Dice en tono entusiasta.

El segundo día de acciones humanitarias, el grupo se dirigió hacia San Francisco Solano, en el sur del Gran Buenos Aires, al comedor comunitario “Los Gurises”. El proyecto existe hace más de 30 años y atiende más de 90 niños.

Los misioneros realizaron una gran tarea en el lugar. Se realizaron tareas de limpieza, organización y arreglos en general, dejaron los ambientes ordenados y en mejores condiciones para el funcionamiento del lugar.

 

Evento especial celebra el Día del niño en el comedor “Los Gurises”

Una semana después de la vivencia misionera, miembros de la Red-Luz Planetaria y el Coral de Buenos Aires, también estuvieron en el comedor “Los Gurises” para otra acción fraterna. El grupo afiliado a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) desarrolla acciones en este local hace más de veinte años.

El proyecto recibe y distribuye donaciones de todo tipo: ropa, alimentos, calzado, juguetes, libros etc.

En el “Día del Niño”, los voluntarios de la Red-Luz ayudaron a preparar y servir fideos y empanadas para todas las personas que participaron del evento. Hubo música, juegos didácticos, distribución de juguetes, alimentos, frutas y tortas.

Los niños tuvieron oportunidad de jugar, cantar, tocar instrumentos e interactuar con los adultos en distintos momentos.

Hace más de cinco años que el Coral acompaña el lugar un fin de semana por mes con presentaciones y también apoyando en las reparaciones en general y la pintura del comedor.

La música interpretada el Coral de Buenos Aires ayudó a sostener el espíritu de fraternidad presente durante todo el evento.

Para más informaciones sobre las Vivencias de la Juventud Misionera por la Paz en Buenos Aires y la región contáctese por el mail: mision.humanitaria.argentina@gmail.com