Los alimentos vivos

Podemos definir a los alimentos vivos como aquellos que se encuentran crudos, sin cocinar, deshidratados a una temperatura no mayor de 42ºC, o fermentados de manera natural, como el Saurkraut (chucrut) y el miso. Son alimentos que mantienen sus enzimas naturales intactas y no han sido sometidas a ningún proceso de radiación, uso de pesticidas, microondas, aditivos artificiales, modificación genética o cocción.

La alimentación viva no solo ostenta beneficios a nivel físico como mantener la salud, el bienestar general, sino también, actúa como canalizadora de energías más sutiles como la eléctrica y la cósmica. Para entender este escenario es necesario analizar algunos elementos biofísicos básicos de estos alimentos como, por ejemplo, que el potencial eléctrico de nuestros tejidos y células es el resultado directo de la vitalidad de nuestras células, y que los alimentos vivos amplían el potencial eléctrico de nuestras células, matriz extracelular, interface entre la célula y las cargas eléctricas microcapilares.

Cuando las células mantienen un potencial microeléctrico adecuado, tienen la capacidad de deshacerse, por sí mismas, de los desechos bioquímicos y toxinas, así como mantener una capacidad selectiva de ingresar nutrientes apropiados, oxígeno e hidrógeno hacia el núcleo de las células y las mitocondrias. Esto ayuda a mantener, reparar y activar el DNA. Algunos estudios, como los del profesor Hans Epinger, han demostrado que una alimentación viva aumenta el potencial eléctrico del cuerpo humano, elevando, selectivamente, el potencial eléctrico celular de tejidos y capilares, recuperando la fuerza vital y la salud del organismo.

Una perspectiva más sutil

Desde una perspectiva más sutil, se ha evaluado el efecto que el potencial bioeléctrico de los alimentos tiene sobre el campo radiante luminiscente que rodea a todos los organismos vivos, observado a través de la fotografía Kirlian. Esto muestra que alimentos vivos, tipo germinados y brotes, césped, pastos, posee campos luminiscentes mucho más fuertes que alimentos cocinados. Del mismo modo, individuos que se alimentan de este tipo de alimentos poseen campos luminiscentes más poderosos que aquellos que se alimentan de comida procesada.

Electrones solares

De acuerdo a los estudios de la Dra Joanna Budwig, quien postula que los alimentos vivos son donadores de electrones de alto poder, los fotones de la luz solar, que ella llama electrones solares, son capaces de ser atraídos por partículas de resonancia similar en nuestros sistemas biológicos de lípidos llamados electrones pi, (como los ácidos grasos de doble cadena omega 3 presentes en la linaza). Cuando consumimos alimentos vivos somos ayudados a ingresar, incorporar y activar una gran cantidad de ellos a nuestro sistema, actuando como factores antientrópicos y anti-envejecimiento, creando, así, campos de resonancia sutil saludables. Mientras más electrones solares incorporemos, a través de alimentos vivos, estaremos en mejores condiciones de reverberar, atraer y absorber electrones solares en resonancia directa con el sol y otros sistemas solares.

Nuestra salud y consciencia depende
de la habilidad de conducir energía electrónica

Nuestra salud y consciencia depende de la habilidad de conducir energía electrónica. Mientras mayor sea la energía  lumínica almacenada, mayor será el poder de nuestro campo electromagnético, y, en consecuencia, a mayor energía disponible para mantenerse sano y saludable. Metafóricamente hablando, un campo de resonancia solar fuerte promueve la evolución de la humanidad para alcanzar todo nuestro potencial como los seres solares que somos.  La luz mantiene la evolución y una falta o perdida de electrones pi en nuestro cuerpo puede llegar a limitar nuestro proceso evolutivo.

Los alimentos pueden llegar a ser clasificados en cuatro categorías

Energéticamente hablando, los alimentos pueden llegar a ser clasificados en cuatro categorías, de acuerdo a su capacidad de regeneración y reparación: biogénicos (brotes y germinados de nueces, semillas y granos crudos) que son regeneradores celulares; bioactivos (frutas y vegetales frescos) los cuales mantienen la energía celular en un alto nivel; bioestáticos (alimentos cocidos pero orgánicos) que crean una lenta perdida de la energía celular para su metabolismo; y, finalmente, los alimentos bioácidos (procesados y adulterados) que causan degeneración celular.

Recomendación general

En este sentido, la recomendación general para mantener una dieta ideal, alineada con tu salud física, emocional  y espiritual, sería alimentarte en un 80 % viva y 20 % cocida, con al menos un 25 % de la dieta provenga de alimentos biogénicos.

Audio de Irdin: Visão ética e valor oculto da alimentação (Visión ética y valor oculto de la alimentación)
Áudio completo: http://www.irdin.org.br/acervo/detalhes/5626
Delimitación del tiempo del audio:
6’15 hasta 10’22