Tema: Sagrado Reino del Agua
Agua 10 – Sagradas Cordilleras y Montañas de la Tierra 1

El elemento-agua representa, en la Creación, un cristalino Espejo de Luz de envergadura y alcance universal, capaz de captar códigos lumínicos emanados por todo el Universo estelar, Universo que siempre vela por nosotros, y que, en profundo silencio, aspira y aguarda por nuestro despertar cósmico y nuestro retorno al Cosmos, pues también somos «Hijos de las Estrellas». Por medio de ellas somos curados, transformados y regenerados, y sublimes códigos de luz pueden ser implantados y sembrados en la consciencia, purificándola y elevándola.

Fuentes naturales de aguas límpidas, elevadas y profundas

Benditas sean las imponentes cordilleras y altivas montañas de la Tierra, Espejos cristalinos, antenas puras de Luz; benditos su gran Vacío y su Silencio; su Pureza, Aspiración y Devoción; sus desiertos, espacios austeros, sus Mundos internos. Benditas sean sus fuentes naturales de aguas límpidas, elevadas y profundas, impregnadas de esas sublimes presencias, distantes del murmullo humano; aguas que se funden de sus cándidos glaciares, que deslizan por los valles y los fecundan; que fluyen, ruedan, saltan y danzan por las rocas duras en su fluir sinuoso, continuo, al ritmo de una mágica y alegre danza que despierta su vida y sus códigos, y así se renuevan. Y que también se vuelven veloces y exhiben poder en las correntadas, cascadas y caídas, en el curso eterno de todas las aguas en dirección al gran Océano-Madre, siempre listo a recibirlas.

Flujo entre el Cielo y la Tierra

Sagradas cordilleras y montañas de la Tierra, Moradas de Sublimes Consciencias, que habitan sus Mundos internos, su Silencio y su Vacío; que velan y cuidan a este amado planeta, su humanidad, para que los altos Designio del Creador puedan establecerse aquí; que bajo la grandeza y magnitud de la bóveda celeste que la envuelve; que por la pureza y aspiración del Reino Mineral sustentan un continuo y sagrado flujo entre el Cielo y la Tierra; y que también impregnan sus elementos y sus aguas con sus sublimes códigos de Luz.

Todas las aguas de todo el planeta, con sus registros y códigos lumínicos, mágicamente impresos en su memoria cósmico-molecular, se mueven continuamente en el eterno flujo de sus corrientes rumbo al gran Océano-Madre, al cual se entregan e integran, se mezclan y unifican en un Único Ser Consciencia-Agua. En ese proceso de unificación es renovada, también, en su disposición de servicio incondicional al Reino Humano y participa, de forma irrestricta e integral, de su evolución y, principalmente, de su cura espiritual, mental y corporal.

John Muir y sus aventuras por las montañas

¡Oh! aquellos vastos, calmos e inconmensurables días en las montañas…
en cuya luz todo parece igualmente divino,
abriendo mil ventanas para mostrarnos a Dios.

Juan Bautista no estaba más ansioso
para sumergir a todos sus hermanos pecadores en el Jordán
de lo que yo estoy de bautizar a todos los míos en la belleza de las montañas de Dios

Yo estoy siempre contento al tocar la roca viva nuevamente
y sumergir mi cabeza en el cielo de una alta montaña

La tinta no es capaz de expresar el brillo que me ilumina
en este momento en que me vuelvo a las montañas

Contemplación de la Sierra Nevada,
allá a la distancia, en el horizonte:

Tan gloriosamente colorida y tan luminosa, que parece no estar revestida de luz,
sino estar completamente hecha de luz, como la pared de alguna ciudad celestial.

Entonces me parece que la Sierra no debería ser llamada Nevada,
o Montaña Nevada, sino la Montaña de la Luz

[1] John Muir. Naturalista escosés-americano ( 21 /Abril/ 1838- 24/Diciembre/ 1914) escritor, filósofo, ambientalista, defensor pionero de la  conservación de los Parques y Reservas Naturales, en los EEUU . Sus cartas, ensayos y libros sobre sus aventuras, especialmente en la Sierra Nevada,  California, y su activismo, ayudarán a peservar el Yosemite Valley, (Parque Nacional de la Secuoia), California, EEUU y otras áreas salvajes. Fuente: Wikipedia En trada: John Muir.

¡El tema del agua deberá continuar!