En otras épocas, el venezolano Pedro tenía una vida pacífica en su país junto a su familia. Con la crisis, las dificultades empeoraron y cuando le diagnosticaron cáncer, tuvo que buscar tratamiento para la enfermedad. Vino a Brasil solo, trayendo apenas la esperanza.

Fue recibido amorosamente por la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) en el albergue Tancredo Neves, en Pacaraima, que lo derivó para su tratamiento.

Aunque con algunas limitaciones físicas provocadas por la enfermedad, confía en tiempos mejores y comparte un deseo: traer a su familia a Brasil y aquí, juntos, emprender un nuevo camino.