En la semana que terminó se realizaron con alegría, dinamismo y mucha fraternidad dos cursos diferentes en F2, una de las áreas de la Comunidad Luz Figueira .
Uno de ellos llamado «Taller de Profundización sobre Interpretación Coral», impartido por José Carlos D’Uva, colaborador voluntario de la Fraternidade-Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI), director y maestro en Pedagogía Musical, quien vino de Portugal para brindarnos, con su vasta experiencia, aplicada en varias escuelas y coros, y en varias acciones humanitarias llevadas a cabo en América del Sur y Angola.
Niños y adultos de Comunidad-Luz, integrantes del coro y otros inscriptos, provenientes de varias partes de Brasil, fueron orientados por el método desarrollado por José Carlos, «Crecer Cantando», que también es el título de su libro.
Con respecto al taller ofrecido a los niños, dijo: «Siento la responsabilidad de ayudar progresivamente a implementar los pilares de la escuela, invirtiendo en la capacitación de los más pequeños, como si fuera un vivero».
Para los adultos, por otro lado, según él, la propuesta era «aprovechar un impulso para que el coro de adultos continúe elevándose más y más, en una dimensión que puede investigarse más, especialmente con respecto a la expresividad».
En la última sesión, el director se unió al taller de los niños con el de los adultos, para una presentación para los padres, quienes, al final, también terminaron participando. «Sentí que valió la pena venir, las semillas quedaron», comentó José Carlos, con gran alegría.
Astronomía Agrícola
El otro curso, «Astronomía Agrícola», contó con el amplio conocimiento y sabiduría del profesor João Batista Santiago Freitas, un ingeniero agrónomo con un doctorado en bioquímica y varios posgrados en astronomía agrícola, que es una ciencia que enseña a respetar el desplazamiento de los astros para plantar y otros cuidados de las plantas.
Según él, «cuando se planta contradiciendo el movimiento cósmico no tenemos ninguna referencia sobre cómo minimizar los efectos del estrés causado por el magnetismo del Cosmos sobre las plantas».
El curso aumentó la consciencia de los colaboradores y asociados que ya trabajan con plantaciones y agrofloresta, ya que la astronomía agrícola, más allá de maximizar los objetivos del cultivo se utliza como una herramienta para hacer innecesario el uso de venenos, que ya es una práctica y principio primordial en la Comunidad-Luz.
«En este estudio milenario, aprovechamos el movimiento astronómico para gestionar las plantaciones para minimizar el ataque de plagas y mejorar la producción, sin usar agroquímicos», explicó el profesor.
De forma natural, respetando el ciclo lunar y la observación cuidadosa de cada especie de planta, el contenido del curso ofrece la posibilidad de rescatar los lazos entre la humanidad, el Reino Vegetal y el Cosmos, demostrando científicamente que todo está vinculado, todo es interdependencia.
Con estas dádivas que recibió la Comunidad-Luz, estos estudios tan edificantes, no solo los participantes de los cursos sino también los colaboradores implicados en los ritmos del área y en las diversas tareas de apoyo, actuaron de un modo responsable y dentro de una vibración de cooperación, paz, armonía y mucha gratitud.
