El 19 de abril, se conmemora el Día del Indígena, fecha importante para celebrar la riqueza y diversidad del modo de vida de estos pueblos de las Américas. A lo largo de su historia, estos pueblos organizaron su existencia en los principios de «*reciprocidad entre las personas, de la amistad fraterna, de la convivencia con otros seres de la naturaleza y del profundo respeto por la tierra». A través de estos principios que forman lo que llaman ‘Bien Vivir’, construyeron su forma de vida sustentable que puede ser un ejemplo para todos los pueblos del planeta.

Según un informe presentado por las Naciones Unidas (ONU), hay alrededor de cuarenta y cinco millones de indígenas en ochocientas veintiséis comunidades en América Latina, lo que representa el 8,3% de su población total. Muchos de ellos habitan las tierras del Amazonas y otras regiones de América del Sur. Pueblos que luchan constantemente por la supervivencia de sus etnias, sus culturas y costumbres.

 

La Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), a través de la Misión Roraima, asiste a los pueblos indígenas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y que pasaron por desplazamientos forzosos de sus comunidades y su país. La institución  administra refugios específicos para indígenas tanto en la capital Boa Vista como en Pacaraima, una región fronteriza. En estos refugios reciben inmigrantes de los grupos étnicos Warao y E’ñepa, grupos que caminaron kilómetros desde su tierra natal, Venezuela, hasta llegar al territorio brasileño.

El refugio indígena Janokoida, ubicado en Pacaraima, acoge a cuatrocientos noventa y cuatro indígenas del grupo étnico Warao. En el refugio indígena Pintolândia, en Boa Vista, hay quinientos veintiocho indígenas de los grupos étnicos Warao y E’ñepa. En ambos refugios, se desarrollan actividades recreativas y de integración a fin de motivarlos a mantener sus identidades y cultura, que se aprecian a través de las pinturas en las paredes y de las artesanías.

 

En Argentina, el trabajo se lleva a cabo con el grupo étnico Qom, a través de una misión periódica realizada por la Red-Luz del país. Las actividades tienen lugar cada tres meses y se brinda educación sanitaria en odontología e higiene personal, vacunación, actividades artísticas con niños, además de donaciones de material escolar y alimentos.

La Fraternidade – Humanitária (FFHI) agradece a los pueblos indígenas asistidos por las misiones por permitirle este intercambio de conocimiento que contribuye al desarrollo de la organización y la incentiva a mantener los trabajos y creer en el cambio positivo de este momento planetario.