Lunes 15/1 al domingo 21/1

Lunes 15

Limpieza del depósito

Los misioneros de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional – repartieron alimentos a los acogidos de la Casa de Paso, nombre del refugio de los inmigrantes venezolanos en la ciudad de Pacaraima, ciudad fronteriza con Venezuela.

Después de la entrega de los alimentos, los indígenas hicieron una limpieza general en el depósito.

La Policía Federal solicitó hacer una reunión con los Aidamos, los líderes indígenas, por unas sospecha de robos de bicicletas en la ciudad de Pacaraima así como también, de asaltos a casas cercanas al refugio. Los habitantes perjudicados culpan a los indígenas.

Martes 16

Reunión con los Aidamos

Día lluvioso en Pacaraima y bastante intenso para el equipo de misioneros.

Se entregaron los kits de higiene personal y se volvió a hacer un censo para actualizar el número de inmigrantes en el abrigo.

Juliana, la representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), visitó la Casa de Paso y participó en una reunión, enterándose sobre el progreso y previsión de término de las obras que se están realizando en el refugio.

Miércoles 17

Por la mañana se reunieron el equipo de misioneros con Clara, la coordinadora de la Misión Humanitaria Roraima, con el fin de alinear algunos puntos del trabajo.

Por la tarde, hubo una reunión en donde estaban presentes la asistente social y la psicóloga de la Secretaría del Trabajo y Bienestar Social de Roraima (Setrabes) para tratar de los conflictos habituales en el refugio.

Se organizaron los productos alimenticios que llegaron y que serán distribuidos al día siguiente.

Es digno de resaltar que el sector salud es bastante solicitado, prácticamente todos los días hay niños con lombrices y dermatitis, consultas a las embarazadas y el acompañar a los enfermos al hospital y a los puestos de salud para consultas médicas. Otra de las actividades cotidianas es la artesanía, dependiendo de la demanda y el interés de los refugiados.

Jueves 18

El día se inició con una reunión junto al equipo de Setrabes: el gestor, la asistente social y la psicóloga junto a los Aidamos. El objetivo era buscar soluciones a los conflictos de todo tipo que siempre se presentan entre los refugiados. Se habló de tres meses como el tiempo máximo que pueden permanecer en el refugio. La razón de establecer ese plazo, es el de posibilitar un mayor flujo de personas en el refugio. La reunión finalizó con la firma de un acuerdo de compromiso en el cual, los Aidamos se comprometieron a comunicar a sus grupos de familiares las situaciones planteadas en la reunión y la determinación sobre el tiempo de permanencia.

Luego hubo una donación de alimentos en donde cada familia recibió una cantidad correspondiente al número de integrantes de su grupo familiar. Durante la distribución, se recibió la visita del Alcalde de Pacaraima junto a una comitiva del recién electo Alcalde de Santa Elena de Uairén de Venezuela. Ellos fueron a informarse acerca del trabajo y a tomar conocimiento de la situación.

Jueves 19

Se recibió la visita de la Secretaria de la Gestión Internacional del Estado de Roraima, Fátima Araújo. La finalidad era conocer la Casa de Paso y la realidad de los inmigrantes venezolanos que llegan a diario al refugio. Coincidió con que aun estaban presentes la asistente social de Setrabes y los miembros de la Fraternidade. La Secretaria se mostró muy interesada en ayudar al trabajo que se está desarrollando y también se dispuso a conocer la situación de aquellos que están fuera del refugio, en su mayoría venezolanos no indígenas que ocupan gran parte de la ciudad.

La continua llegada de indígenas Warao que buscan el refugio de la Casa de Paso, ha preocupado al grupo de misioneros referente a la infraestructura: la falta de equipos, el espacio, las hamacas para dormir, colchones, cobertores, etc. El lugar logra acoger de forma armoniosa a 196 personas, mientras que actualmente hay 351 acogidos. Se determinó que debido a la coyuntura actual, no entrará nadie más.

Además, llegan diariamente al refugio, venezolanos no indígenas buscando ayuda, orientación y sobretodo alimento. Este es el punto álgido en este momento en Venezuela: la alimentación. Ellos llegan con la esperanza de encontrar un lugar en donde dormir o de ser posible, algún alimento. La casa de Paso no puede atenderlos. La persona que está ofreciendo alimento en Pacaraima, fuera del refugio, es el Padre Jesús, que de lunes a viernes ofrece desayuno.

El gestor de la Casa de Paso decidió recoger los radios que usan los indígenas. Dichos aparatos, se mantienen encendidos casi que todo el día, incluso por la noche, perturbando el sueño. Esto estaba generando varios conflictos. Entonces, los radios son recogidos al final de la tarde y solo se les entregan al día siguiente.

Los misioneros encaminaron para el hospital a una indígena que dio a luz.

Sábado 20

Durante el censo, se confirmó que el flujo migratorio aumenta día tras día. Este hecho genera una situación compleja, pues ni la estructura del abrigo ni la cantidad de donación van acorde con el proceso.

Dada que la situación en Venezuela continúa igual, algunos indígenas están temerosos y recelosos acerca de la determinación de permanencia en el abrigo por un máximo de tres meses.

Un funcionario del Consulado de Brasil en Santa Elena de Uairén, hizo una visita de carácter informal. Él escuchó comentarios acerca de Pacaraima y fue hasta el refugio para conocer personalmente el trabajo.

Domingo 21

En la mañana, el equipo de misioneros recibió al monasterio de la Orden Gracia Misericordia instalado en Boa Vista, junto a los miembros de la Fraternidade. Hubo un trabajo conjunto de cura y restauración.

Por la tarde, el grupo fue al refugio y realizaron servicios diarios de salud como: curaciones, nebulizaciones, atenciones individuales y sirvieron de mediadores en conflictos familiares.

Llegaron de Venezuela tres familias de indígenas Warao (15 personas) y otras no indígenas. Los relatos acerca de la situación en la nación venezolana son: carencia de alimentos y medicinas y una gran inseguridad. Los misioneros registraron a los recién llegados, conversaron con ellos y le explicaron las condiciones actuales del refugio. Por lo general ellos comprenden la imposibilidad de acogerlos, pero el escenario es preocupante porque no es posible atender a todos los que están llegando.