Un grupo de misioneros de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional continúa apoyando a tres instituciones en la elaboración y distribución de alimentos a refugiados, detenidos e indigentes. La tarea es cumplida en dos casas que las Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcutá administran en Atenas, así como en la sede de Caritas Hellas y en una iglesia ortodoxa de la ciudad de Anavissos.

“Preparamos el alimento en silencio, en oración, buscando impregnarlo con energías de amor y de hermandad”, describe Imer, uno de los misioneros de la Misión Grecia.

Misioneros prepararon alimentos para 800 personas

Tarea en oración

Una de las experiencias de la semana pasada consistió en preparar alimento para llevarlo a un campo de detenidos, llamado campo Amigdaleza, en la ciudad de Menidi, área metropolitana de Atenas. Los misioneros de la Fraternidade, junto con voluntarios de Filipinas, Corea y países africanos, prepararon raciones para 400 inmigrantes detenidos. “Regresamos a ese campamento, acompañando a las Hermanas de la Caridad. Esta vez nos tocó esperar afuera unos 45 minutos. Permanecimos orando hasta que pudimos entrar e interactuar un poco con ellos. Percibimos que la cantidad de detenidos aumentó, lo que significa que la inmigración continúa”, comenta Imer.

Al día siguiente, los misioneros ayudaron, en Caritas Hellas, a preparar el almuerzo para más de 400 personas, entre refugiados e indigentes griegos. “Cuando uno ve el esfuerzo que realizan esos hermanos para llegar hasta aquí y recibir el alimento, uno le da más valor a lo que recibe, uno que lo tiene todos los días en la mesa, varias veces al día y sin tener que ir a ningún lugar para conseguirlo”, reflexiona Imer.

El filósofo espiritualista José Trigueirinho, co-fundador de la Fraternidade, sostiene en su obra “Léxico Esotérico” (editorial Kier) que “el alimento físico no se limita a las partículas materiales; si es preparado con espíritu de ofrenda, se torna vehículo de armonización y cura de quienes lo ingieren”. Y prosigue: “La energía inmaterial, presente en todas las cosas, es lo que en verdad nutre y sustenta, pues, como afirmó Cristo, ‘no solo de pan vive el hombre’.

Apoyo a los niños

Pequeños «ayudantes» de manutención

En la Casa Atenas 2 de las Misioneras de la Caridad, los misioneros desarrollan un importante trabajo con los niños albergados en el lugar.

Atienden a los hijos de una madre drogadicta que vive en la calle mientras ellos están con la abuela en esa Casa. Otras nenas son hijas de una africana que llegó en busca de asilo. Hay varios recién nacidos; uno de ellos está hospitalizado y es hijo de una refugiada que cruzó embarazada el Mediterraneo en bote, bajo muchas tensiones, y el bebé nació prematuro. Los misioneros interactúan con los menores y ayudan en otras tareas, como la cocina y la manutención del local.