Las Bienaventuranzas de la Virgen María
Primera: “Ser pacificadores en la Tierra, como los Ángeles lo son en el Cielo”.
Segunda: “Vivir y predicar el Reino de la Paz desde el corazón”.
Tercera: “Dejarse inundar por la Fuente del Espíritu Santo a través de la oración”.
Cuarta: “Alzar los brazos hacia Cristo Jesús, a través del Materno Corazón de María”.
Quinta: “Difundir la expresión de los nuevos rebaños de Cristo, a través de los grupos de oración”.
Sexta: “Amar al enemigo mediante la oración, para que así la Paz se alcance en toda la humanidad”.
Séptima: “Permitir que el alma brote, como un manantial de Vida Eterna”.
«Queridos hijos, queda para vuestros corazones la tarea de meditar y contemplar estos principios maternales. En Mis brazos los llevo hacia el encuentro con Cristo Jesús».
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
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