José Trigueirinho Netto definió una Comunidad-Luz como «un grupo de seres que están llamados a vivir la fraternidad» y agregó que «la fraternidad surge del acercamiento de los seres humanos a la esencia de la vida».

Hoy, 5 de mayo, celebramos el Día de la Comunidad, y traemos los ejemplos de Comunidades- Luz, creadas por Trigueirinho,  filósofo espiritualista que en 1987 implantó la primera Comunidad -Luz, Figueira, en Carmo da Cachoeira – Minas Gerais, que se convertiría en la semilla de «un lugar donde se puede vivir la entrega de sí mismo a los principios que elevan a la consciencia y que difieren de la vida en otros tipos de comunidades», porque según él: «luz significa consciencia, claridad, se supone que todos allí buscan claridad, están buscando luz ”.

Su vida estuvo  pautada por la construcción de principios y valores superiores, con sus enseñanzas y ejemplos, entre otros varios logros, Trigueirinho impulsó la implantación de cinco Comunidades – Luz, afiliadas a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), constituidas de una manera que facilita esa aproximación del ser humano a la esencia de la vida.

En una Comunidad- Luz, como dijo Trigueirinho: «se debe tener una actividad externa positiva, sin ocuparse de acciones, producción o manifestaciones negativas que causen sufrimiento a las personas». La Comunidad- Luz debe guiarse por altos estándares de conducta basados ​​en la práctica del bien, con respeto y reverencia por la naturaleza, a los Reinos Vegetal y Mineral, y con una dedicación especial en el trato del Reino Animal.

Trigueirinho enseñó que en una Comunidad – Luz «debe haber una vida de oración, retiro, vigilia, estudio, observación, atención y también una vida de servicio».

Precisamente para atender a este llamado interno de poder vivenciar el servicio todos los días de su vida, Pama, coordinadora de la Comunidad –Luz Nueva Tierra, adhirió a la vida grupal.

Fue en 1991, cuando trabajaba como psicoterapeuta, en el apogeo de muchos resultados positivos de cura que lograba con sus pacientes, que le surgió la pregunta: «¿Alguna vez ya pensaste si pudiésemos vivir en un lugar donde nuestra vida fuera la experiencia de ayuda al prójimo?»

La respuesta vino a través del contacto con la enseñanza de Trigueirinho, quien enfatizó incansablemente la importancia del servicio, de ayudar al prójimo. Desde entonces, para Pama, vivir en comunidad significa «vivir ese estado de servicio, aceptar ese aprendizaje constante del amor a través de todas las situaciones que nos tocan vivir».

En el trabajo desarrollado por Pama en la Comunidad-Luz con los niños de Crer-Sendo, la vivencia de fraternidad, de dedicación y de amor es nítida. Ella agrega: «aquí tengo la oportunidad de vivir la verdad de estar en Dios, estar en ese estado de gratitud constante a todo y a todos, lo que me saca de la teoría y de la ilusión y que de verdad me ayuda a crecer».

Con respecto a la fraternidad, Trigueirinho escribió: «El término fraternidad designa a un grupo de consciencias reunidas en torno al mismo propósito». Y, en este sentido, está el ejemplo de vida de Mauricio Guidetti, que está viviendo en las Comunidades-Luz desde 1993.

Mauricio informa que esta búsqueda de unidad de propósito está presente en su vida diaria, en medio de los grupos, de las tareas, de los designios que se reciben en cada situación y con cada persona; por lo tanto, para él, el propósito principal de vivir en una Comunidad-Luz es “prepararnos para una vida mayor, una vida universal, prepararnos para la eternidad, como un regalo, una herencia que Dios nos ha dado, la posibilidad de ser eternos».

Habiendo vivido en cuatro de las cinco Comunidades -Luz, actualmente trabajando como coordinador en la Comunidad-Luz Fraternidad de Aurora, Mauricio tuvo la experiencia de la multiplicidad en las relaciones con personas de diferentes partes del mundo y considera que: «desde un punto de vista espiritual, en una Comunidad- Luz tenemos la oportunidad de sumar nuestros propios talentos a los talentos y experiencias del otro, lo que enriquece enormemente el alcance de la vida”.

Mauricio agrega: «el objetivo de la Comunidad-Luz  en su conjunto es ser un campo de experiencia, donde las personas puedan hacer una transformación en la consciencia». Y agrega: «el propósito mayor, en síntesis, es unirnos a Dios».