Celebraremos el Día del Árbol, el 21 de septiembre, compartiendo (relatando, contando) la experiencia de reforestación realizada por la Comunidad-Luz de la Hermandad, afiliada a la Fraternidad Humanitaria (FFHI).
En la Creación todo es perfecto y tiene sus ciclos. Cada elemento y Reino de la Naturaleza se complementa y genera una armonía que permite toda la vida sobre la Tierra, y hasta inclusive en el Universo.
Si el hombre comienza a depredar la vegetación, se rompen valiosos eslabones que nos unen con la Fuente de esa Creación y que permiten la existencia de todos los seres.
Como reparación de este tipo de desequilibrio que vive el planeta, la reforestación surge como una forma de aliviar y rescatar el ciclo natural que hace que todo siga su curso en la Tierra, en perfecta armonía.
Los árboles, grandes servidores
Sabemos que, además de la transformación que los árboles realizan de dióxido de carbono en oxígeno, tan vital a nivel global, en este momento dada la situación ambiental que atraviesa la Tierra, los árboles también juegan un papel fundamental en la vida del suelo.
Ellos, además de producir frutos, sombra y materia vegetal para la vida de todos los Reinos de la Naturaleza, también realizan un trabajo subterráneo muy importante. Con sus raíces y procesos químicos internos, la vida mineral de la tierra es renovada. Abren con sus raíces el suelo para que el agua de la lluvia pueda penetrar más profundo, evitando que se genere erosión y aluviones que ocasionan riesgos, inclusive a los asentamientos humanos.
Además de todo el servicio anteriormente citado, los árboles realizan otro tipo de servicio que es a nivel espiritual, creando una conexión con energías superiores que ayuda a mantener parte del equilibrio sutil del planeta.
Proyecto de reforestación
El proyecto de reforestación del área de la Comunidad-Luz de la Hermandad, ubicada en las Sierras de Córdoba, Argentina, afiliada a la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), surgió de la necesidad de regenerar el hábitat ante la degradación originada por el ser humano en los últimos siglos. Esa degradación se dio a causa de los incendios, la tala indiscriminada de árboles y uso de la tierra para ganadería, entre otros factores generados, principalmente, por el ser humano.
Si bien podemos observar que la flora originaria de esta región tiene una gran capacidad de resiliencia, los factores que la han llevado a la actual situación han sido constantes y violentos. Por lo tanto, se vio la necesidad de ayudar a la naturaleza en el proceso de regeneración.
Para llevar adelante este proyecto se consultó a una Ingeniera Forestal de la región, que se especializa en plantación de árboles nativos. Además de realizar un informe pormenorizado, ofreció un curso de capacitación para los miembros y colaboradores de la Comunidad-Luz Hermandad en el año 2019. Después de ese impulso inicial, se consiguieron plantar alrededor de 70 árboles nativos.
Lamentablemente, en el último incendio que hubo en el año 2020, la gran mayoría se quemaron. Pero el proyecto sigue en pie y siempre hay tiempo de recomenzar…
Árboles originarios
En este momento, la Comunidad-Luz de la Hermandad cuenta con alrededor de 100 plantines (brotes) de árboles y muchas semillas para plantar en la primavera. En el área de las plantaciones de la Comunidad-Luz se construyó un invernadero que servirá como vivero para preparar los árboles nativos antes del trasplante.
Los árboles que se plantarán en el proyecto de reforestación serán especies autóctonas de la zona, ya que esto posibilita una recuperación del equilibrio biológico natural.
Actualmente, las especies que están disponibles para plantar son: Horco quebracho (Schinopsis marginata), Algarrobo blanco (Prosopis alba) y Algarrobo negro (Prosopis nigra), así como Semillas de Durazno del Campo (kageneckia lanceolata), Manzano del campo (Ruprechtia apetala), Espinillo (Vachellia caven) y Palma caranday (Trithrinax campestris).
También serán sembrados Coco (Cocos nucifera) y Molles (Schinus molle), especies muy presentes en la región.
Cuidados especiales
En la Comunidad-Luz hay algunas personas que están a cargo de las tareas de cuidado de los árboles. Sin embargo, todos los miembros de la Comunidad-Luz de la Hermandad tienen la oportunidad de realizar tareas con ellos y así tener un contacto más interno con el Reino de las plantas.
Entre estas tareas se encuentran los trabajos de poda y limpieza. También se realiza riego, cuidados con productos orgánicos contra las plagas de las frutas, así como fertilización y cobertura del suelo con materia orgánica.
Símbolo de servicio de estos tiempos
Fray Matías del Sagrado Corazón de María, monje de la Orden Gracia y Misericordia y coordinador de la Comunidad-Luz de la Hermandad, nos comparte:
“Esta oferta realizada a los árboles es un pequeño símbolo de lo que la humanidad es llamada a realizar en este tiempo, donde ya no es suficiente que hablemos de auto-sustentación y cuidado de la naturaleza. Es necesario ayudar a la tierra en su regeneración, después de tanta destrucción que hemos generado como humanidad.
Sentimos que el trabajo de reforestar con especies nativas es una buena oportunidad de hacer algo como reparación de todo el daño causado a la naturaleza.
Realmente, participar de la plantación de especies autóctonas desde los primeros pasos como preparar la tierra, los recipientes, las mesas y el invernadero donde todo eso se realiza, y después ver germinar y crecer las plantas, las que después se convertirán en árboles y cubrirán la superficie del campo con sus matices y aromas, curando y regenerando todo el área, es algo muy inspirador y motivador que nos trae bastante esperanza y alegría”.
