Datos de la ONU – Organización de las Naciones Unidas, muestran que el número de migrantes venezolanos en Colombia alcanzó cerca de 1,3 millones de personas en mayo, lo que representa la segunda mayor migración del mundo después de la crisis causada por la guerra en Siria. Diariamente, en promedio, 63 mil venezolanos atraviesan la frontera entre Colombia y Venezuela, de los cuales 2,5 mil permanecen en territorio colombiano, sujetándose a la grave escasez de alimentos, medicamentos, falta de abrigo y de seguridad.

Aproximadamente el 80% de los refugiados venezolanos en Colombia sufren de inseguridad alimentaria, según un estudio del Programa Mundial de Alimentos (PAM), divulgado en Ginebra, Suiza, en 2018.

En este escenario crítico y alarmante la Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales reanuda sus acciones en el país sudamericano, que se iniciaron en octubre de 2018 y se paralizaron en enero de este año, a causa de problemas burocráticos locales. El equipo, con 12 misioneros, desembarca hoy, 4 de junio, en Bogotá, capital colombiana, y actuará en tres ciudades: Bogotá, Guatavita y Cúcuta, en la frontera con Venezuela.

Missão Colômbia

En Cúcuta, el trabajo de la Fraternidade se desarrollará con los venezolanos que huyen a pie a Ecuador y Perú, cruzando Colombia; pero también con personas en situación de vulnerabilidad social, refugiadas o no, y con comunidades indígenas.

En los centros de asistencia a los refugiados en la frontera colombiana, las familias solo pueden quedarse entre tres y cinco días y luego tienen que salir para dar espacio a otros recién llegados, yendo a vivir en las calles

Misión permanente

En la primera etapa de la Misión Humanitaria Colombia, el equipo acompañó a los migrantes en una parte de su caminata desde la frontera, Cúcuta, hacia Bogotá, prestándoles asistencia, ofreciéndoles alimentos y cuidados de salud. Pudieron, así, alviar los dramas y las dificultades que los venezolanos enfrentaban en esa primera fase del trayecto.

Después, apoyó directamente el Centro Piloto Scalabriniano de Cúcuta y el Centro de Migraciones con actividades educativas destinadas a los niños y adolescentes venezolanos y colombianos, y con actividades ocupacionales (artesanías) dirigidas a la población adulta.

En esta segunda etapa, el objetivo de la Fraternidade es mantener la Misión Colombia de forma permanente. Para ello, toda ayuda es bienvenida. Inicialmente, la Fraternidade actuará con recursos propios para garantizar vivienda, alimentación y transporte al equipo de misioneros.

Missão Colômbia