Desde el 6 de mayo de 2020, el grupo juvenil de Pirassununga, San Pablo, está trabajando en la entrega diaria de marmitas, a la hora del almuerzo, a las comunidades de bajos ingresos que fueron afectadas por la pandemia.

Esta campaña de donación de alimentos está siendo desarrollada por la red escolar SESI en más de 100 ciudades del estado de San Pablo. La logística de las donaciones se construye con la colaboración de redes de voluntarios locales y asociaciones con secretarías sociales municipales. En el caso de Pirassununga, el Grupo de Voluntarios de las ONG para Luchar contra el Cáncer (GVCC) y la Asociación Socioambiental Semillas del Mañana (ASA2) fueron los responsables de la distribución.

Según Renato Goshima, coordinador del Grupo Joven Región San Carlos, «la invitación a esta tarea tomó al grupo por sorpresa, pero los jóvenes aceptaron la propuesta con mucha alegría».

La tarea fue tomando nuevas proporciones y ahora hay entregas de novecientas marmitas en el barrio de Santa Fe, mil ochocientas marmitas en el barrio de San Pedro y cien marmitas en el barrio de Itupeva, en el municipio de Pirassununga. Un grupo de 7 a 8 personas también trabaja en la Iglesia de San Pedro, de lunes a sábado, hasta que se atiende a la última persona en la fila.

Tratando de servir con el máximo cuidado, el grupo utiliza rigurosamente los Equipos de Protección Individual (EPIs) necesario. Guantes, dos máscaras, tocas y mucho alcohol en gel son parte del kit diario de trabajo. La ropa, adecuada para este tipo de acción, se lava diariamente y se expone al sol, al igual que los zapatos que quedan guardados y no se llevan adentro de las casas.

Goshima señala que “los jóvenes sintieron la gracia de poder servir en tiempos tan críticos y, a pesar de la exigente tarea, no dudaron en reorganizar sus rutinas para poder estar disponibles todos los días para trabajar. Las prioridades personales comenzaron a perder fuerza a medida que la alegría y la voluntad de mejorar cada día se expandieron en la consciencia”.