El mundo agoniza y aún necesita de ti
Tema: Cura planetaria, Cura de la Humanidad

«El mundo agoniza y aún necesita de ti. […] de ti, que escuchas la voz de Dios, dependen muchas definiciones en este tiempo.

(Mensaje de San José, día 04/Mayo/2018)

vulcão cura mundo que agonizaA pesar de los conflictos, de las desavenencias, guerras y competiciones entre grupos humanos, naciones, razas y religiones, que se expanden y del caos que se implanta por todo el planeta, como un virus mortal, atraído por el comportamiento de la propia humanidad, los incansables Mensajeros Divinos no cesan de advertir a la humanidad, con su  mensajes claros y precisos. Y no dejan también de pasar orientaciones seguras y amorosas de cómo prepararse internamente para estar delante de las duras pruebas que la Tierra y su humanidad tendrán que enfrentar en los tiempos que se precipitan velozmente. (Ler e reler os Impulsos anteriores desta Série sobre Cura Planetária).

En verdad, si las naciones no dejaran de provocar guerras y, sobre todo, no dejaran de promoverlas cono si fuese la última moda de estos tiempos, sobrevendrán situaciones peores, cosas que nadie jamás esperaría; diría, resultados violentos.

Si las armas no dejan de ser activadas, como dije una vez en Fátima, una tercera guerra, peor, se desencadenará de la noche a la mañana. Una posible oscuridad, que podría reinar en el planeta y ocultar sus tres cuartas partes, sería el efecto de las armas químicas, gaseosas y bélica; algo sin precedente.

(Mensaje de la Virgen Maria, día 15/Abril/2018)

Crece, hijo, crece en corazón, en alma y en espíritu,
porque este planeta aún necesita de ti.

Y aquí el Mensajero Divino San José habla directamente a nuestro corazón, como un Padre amoroso y Compañero fiel, que quiere dar a sus hijos lo mejor de sí para que puedan enfrentar realidades que la humanidad aún no vivió.

Crece en corazón, en alma y en espíritu, porque el mundo agoniza y necesita del potencial que Dios hizo nacer en ti.

Crece en corazón, en alma y en espíritu y ya no seas un niño en este camino, buscando tu beneficio y supliendo tus necesidades.

Crece en corazón, en alma y en espíritu, porque de ti, que escuchas la Voz de Dios, dependen muchas definiciones en este tiempo. Tu «no» cierra las puertas de la Gracia y no permite que las almas reciban una nueva oportunidad, mientras que tu «si» abre las puertas de la Divina Misericordia y, en un tiempo de justicia, permite el rescate de los que nada merecerían.

Crece en corazón, en alma y en espíritu y supérate todos los días, no solo por amor a esta Obra, a este camino y a tu misión espiritual.

Supérate y da más de ti por el mundo que agoniza

Supérate y da más de ti por el mundo que agoniza, por los que están perdidos, por los Reinos ultrajados y cansados, que  en el ápice de su dolor realizan su último esfuerzo para sostener el planeta y permitir que la humanidad viva su aprendizaje hasta el final.

Hijo, crece en corazón, en alma y en espíritu y deja de una vez de hacer grandes tus pequeños problemas, de hacer grandes tu pequeños dolores, de hacer inmutable tu pequeña vida.

Mira al mundo con los ojos de tu corazón y de tu consciencia y sepas que, después de todo lo que recibiste, dentro de ti se encuentra el potencial para superarte todos los días y, más que eso, todos los instantes de tu vida.

Crece en corazón, en alma y en espíritu; cree que este es el último ciclo del planeta y refleja sobre lo que más tú debes hacer por los Planes de Dios.

No te estanques, no te detengas, no te canses. Descubre, en tu corazón, el poder de la renovación que Dios te concedió y crece en corazón, en alma y en espíritu. Crece y sé una luz para el mundo, no lleves a tus hermanos para el abismo de tu estancamiento.

Crece, hijo, crece en corazón, en alma y en espíritu, porque este planeta aún necesita de ti.
Tu Padre y Compañero, San José Castísimo.

(Mensaje de San José, día 04/Mayo/2018)

El tema de la cura planetaria deberá continuar!