La energía de un canto grupal dio cierre a la vivencia musical “Crecer Cantando”, cuando el Prof. José Carlos Bago d’Uva, autor del libro Crecer Cantando, que llegó desde Portugal para transmitir su método, decidió unir en un solo canto, construyendo un ocasional coro, a monitores, profesores, padres y niños de las escuelas de la ciudad de Carmo de Cachoeira, ubicada en el estado de Minas Gerais, Brasil. Al respecto el profesor sostiene: “El canto colectivo propicia, en toda comunidad, una nueva y mejor dimensión de la realidad…llevamos nuestro arte a una dimensión espiritual”, agrega “esa es mi bandera”.
El workshop que se inició el domingo 3 de marzo, concluyó el pasado viernes 7 del mismo mes. El evento se desarrolló en el predio de Arte y Educación de dicha ciudad, perteneciente al Sector Educación de La Casa Luz de la Colina, filial de la Fraternidade -Federación Humanitaria Internacional (FFHI).
Dinámica Armoniosa
El local estuvo muy movido. Los niños, distribuidos por edades, pasaron por turnos por el aula interactiva del maestro. Así mismo, José Carlos, partiendo de su premisa “el método que propongo puede apoyar el trabajo que ya existe”, en ese día final, dio adiestramiento a profesores, monitores y padres.
Cabe destacar la experiencia que días anteriores, amorosamente, aceptó emprender con un grupo de ancianas del sector de cura de la Casa Luz de la Colina, actividad paralela a la programación delworkshop. Las ancianas, siguiendo las instrucciones del profesor, con las limitaciones de cada una, consiguieron participar. Se creó un ambiente armónico, donde, por espacio de una hora aproximadamente, volvieron a ser niñas y olvidaron sus enfermedades, dolores, situaciones. Valientemente aceptaron el reto y se entregaron a la vivencia.
En relación a la enseñanza impartida durante toda la vivencia, José Carlos manifestó: «fue maravilloso lo realizado, desde el trabajo con los niños y adolescentes, hasta la tarea con adultos y ancianos», “Como individuos la vivencia permitió que se destacaran sus valores genuinos de respeto,solidaridad , fraternidad y fue muy bueno confirmar, una vez más, como el canto colectivo abre la sonrisa del corazón a quien, a través de él, se deja transportar…”
Sonido como expresión del alma
“…Lo principal es que tenemos que contactar con el sonido, atentos a lo que se encuentra por detrás de lo que está aconteciendo, estar ahí muy conectados porque el sonido es lo que nos trabaja profundamente” Trigueirinho
Participantes de la vivencia musical compartieron su experiencia:
María Eduarda Fernandes de 12 años de edad, quien cursa 7mo nivel en la escuela Profesor Wanderley Ferreira de Rezende, ubicada en la ciudad de Carmo de Cachoeira, se mostraba muy emocionada y con una gran sonrisa expresó: “me encantó todo lo que aprendí, muchas canciones, ejercicios para que mi voz se escuche mejor, hacer juego de voces y cantar con los adultos como en un coro. Me gustaría aprender más y hacer otra vivencia”
Helena Aparecida Fernandes, profesora de música de la Escuela Parque Tibetano de La Ciudad de Carmo de Cachoeira y miembro del coro de Comunidades-Luz manifestó: “Particularmente estoy encantada con el método del profesor José Carlos para trabajar tanto con niños como con adultos. Resultó un estimulo grande para abrirnnos, cada vez más, a la vibración del sonido. Sin duda que con mi compañera,la otra profesora, le pondremos corazón e intentaremos implantar este método. Fue óptimo».
Keyla Vazo de Jesús Said pertenece al coro de las Comunidades-Luz y está haciendo una experiencia para trabajar como monitor y apoyar en el coro, tanto de adultos como de niños. Se sintió encantada durante toda la vivencia y muy complacida con el método. “Considero que el método es completo, profundo, que no se limita tan solo a la técnica vocal porque sus ejercicios ayudan a todo individuo que lo reciba. Es integral en el aspecto físico, emocional y espiritual .
Elshaddaina, directora del coro de las Comunidades-Luz dijo: “esta enseñanza de José Carlos fue muy buena, trajo frescura, nos recordó el lado lúdico de la vida”. Y añadió, “también me gustó la entrega que hace desde su alma. Es contagiosa, se vuelve uno con el sonido. Se observa que basta con que la gente se conecte con su alma, aparece la voluntad de cantar todo el tiempo. Es que el alma es así, su naturaleza es la felicidad y consigue expresarla por medio del sonido, de la música, de una canción.”
Crecer Cantando a través de la vivencia musical deja un gran impulso para continuar con este trabajo transformador desde el sonido y con la construcción de una energía grupal en perfecta armonía con el Plan Mayor.
«Si, a los ojos de las estrellas y de toda la infinidad del cosmos, podemos ser la manifestación de su luz. Podremos irradiar como espejos la felicidad, la unidad y la armonía que la música, cuando se hace en conjunto, se enciende en nuestras esencias”. José Carlos Bago d’Uva
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