El Despertar al Nuevo Ciclo – Todos los mundos están sujetos a la Ley Evolutiva
Todos los mundos están sujetos a la Ley Evolutiva. El 8/8/1988, fecha en la cual se agruparon cuatro ochos, marcó el inicio de la transición del mundo material que se conoce en este planeta rumbo a las pléyades sublimes de la transformación espiritual. Por pléyades no se entiende aquí a la constelación, sino a un estado de vida incorpóreo y sin reproducción sexual. La evolución terrestre, por lo tanto, se encuentra en contacto con lo que hay de más sublime en los universos.
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La transición
La transición consiste en que el hombre deje de emplear la fuerza y pase a usar la inteligencia; así, vuelva su consciencia hacia los estados evolutivos de espiritualidad permanente y duradera. Dentro de la armonía del Cosmos, el planeta Tierra pasará a cumplir las leyes planetarias, integrándose definitivamente a la gran cosmogonía universal. Así se iniciará la nueva raza, que florecerá con nuevos conocimientos y nuevos patrones de comportamiento. Los patrones deben ser, gradualmente, substituidos por patrones más altos, pero no fijos: no podemos cristalizarnos en ellos. Esto traerá una paz durable, no efímera como la de hoy.
La nueva humanidad, luego del 8.8.1988, está irreversiblemente dirigida a servir a los planes cósmicos, ya no más a los propios proyectos humanos, que están, siempre, desvinculados de lo que es, realmente, necesario.
Esa fecha marca, también, el inicio de la enorme tarea de recuperar el planeta de las fuerzas del mal. En nuestro planeta, se hacen todo tipo de iniquidades entre hermanos y la mayor parte de ella está degradada por una minoría que detenta poderes materiales. Recuperar el planeta significa integrarlo al gran Plan Cósmico establecido por el Creador.
Tenemos todo a nuestro alcance, pero debemos accionar la palanca de la voluntad, en el sentido espiritual. Así, dejándonos conducir por nuestro interior, descubriremos la maravillosa creación de la cual somos parte.
Vivimos un tiempo de despertar
Vivimos un tiempo de despertar. Nuestra búsqueda no debe limitarse a nosotros, pero debe ser hecha en conjunto con los otros. La búsqueda es por el estado real de nuestros seres.
En ese despertar, no sirve volver al pasado, porque si así lo hiciéramos, limitaríamos nuestra memoria. Podemos ir más allá de nuestra unión a la forma corpórea o a las apariencias de los hechos. Nuestro ser está en contacto permanente con otros seres. La limitación en la cual hoy nos encontramos no está en la Ley del Espíritu, pero es una condición temporaria de la manifestación material.
Es necesario crear una apertura a la supraconsciencia, para que el ser interior y superior se eleve de esa identificación con un cuerpo físico, disolver la preocupación por el nivel ya alcanzado. Después de la disolución o abandono del cuerpo físico, existe una vida después de otra, un mundo después de otro.
Cuando en proyección, más allá del cuerpo físico, somos inclusive viajantes de la nueva mente. En este estado, todas las circunstancias y resultados no conocidos se nos comienzan a manifestar a nosotros. En esa proyección fuera del cuerpo físico, debemos estar atentos para que no caigamos en idolatrías. Al contrario, es necesario proyectarse al interior de nuestro ser, donde está la luz que se puede irradiar al exterior.
Haciendo esto, cada individuo comprenderá que los valores superiores no son los mismos valores del mundo tridimensonal en el cual vivimos hoy. Cada uno de nosotrso comprenderá que es necesario cambiar nuestro estado de consciencia.
Artículo de O Tempo: Jornal do Tempo: Vivimos un tiempo de despertar al estado real de nuestro ser. Fecha de publicación: 1/07/2018
Audio de Irdin – completo en: A propósito de 2012
