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Elecciones
Sabemos que el ser humano, valiéndose del libre albedrío, acostumbra hacer elecciones considerando, en especial, sus propias necesidades y deseos individuales. En raras ocasiones toma en cuenta la necesidad general o algún aspecto del Plan Evolutivo divino. Debido a esto, crea más débitos que créditos kármicos en la vida y pocas cosas equilibran ese estado de desarmonía, pues no permanecen neutros como para no continuar formando vínculos.
Neutralidad
Quien busca el camino espiritual se dispone a manifestar el bien, la verdad y la belleza en sí mismo y en el Universo. Sin embargo, la más elevado expresión de la armonía en la vida requiere plena libertad, soltar todos los lazos que atan la consciencia a la materia, aún los positivos. Para esto, se necesitan más que buenas acciones equilibradora de actos negativos: es necesario neutralidad al actuar.
Libertad
En realidad, se camina hacia la verdadera libertad haciendo el bien y sembrando así un futuro promisorio, pues eso produce lazos positivos. La liberación llega al desapegarse de todo lo que se hace, siente o piensa. Aunque esa condición marque una etapa adelantada de evolución, hay quien se esfuerza para alcanzarla a pesar que el medio ambiente, en general, nos insta a involucrarnos emocional y mentalmente con lo que sucede dentro y fuera nuestro.
“Estar en el mundo sin ser del mundo”
Cuando ya no tenemos apegos a ningún hecho, positivo o negativo, podemos trascender las ataduras con los hechos y, por lo tanto, con nuestro destino. La recomendación de «estar en el mundo sin ser del mundo», hecha por Jesús, sintetiza esa anhelada situación.
La araña crea su universo sin atarse a él, teje su tela sin enredarse en ella. Pero el hombre, al construir su vida sobre la Tierra, habitualmente, se involucra, se apega a lo que hace y crea. Es como si estuviera confinado en un aposento y una vela pequeñísima fuera toda la luz de la que dispone. Ve de modo difuso y hace muchas experiencias en su tan querida prisión. Teje su tela con pensamientos, sueños, deseos y objetivos personales. Así construye su vida, sin poder ver el verdadero diseño planificado, desde siempre, para él. Permanece enmarañado en los hilos: nada aprendió de la araña.
Pero, en un momento determinado, ese tejedor oye dentro de sí la orden de destruir su amada tela, Es cuando comienza a entrenar el desapego, a desatar los lazos antiguos y a evitar la creación de ataduras superfluas.
El desinterés por los resultados
Siempre que es posible el destino da la posibilidad de hacer tareas altruistas, que no tienen como meta el lado material de la vida. Esa oportunidad de desenvolvimiento más allá de lo material, tan necesaria para un individuo cuanto para la humanidad entera, posibilita uno de los pasos más importantes para la liberación: el desinterés por los resultados de la acción o desapego, la plena donación de sí, que en los tiempos presentes tiene amplias y especiales repercusiones.
La vida debe ser cristalina
La vida, sobre la Tierra, debe ser cristalina. La esencia y la forma deben unificarse, siendo el hombre el eslabón para esa unificación. El dolor, presente en la vida humana debido a la trama de las acciones que deben ser equilibradas, no turbará más los ojos de los que se entreguen a esa esencia.
La Tierra se transforma con rapidez, Los que asumieron el compromiso de colaborar con esa transformación evolutiva descubren, en sí, la alegría de servir y de donarse. El desapego encuentra en ellos un campo fecundo, porque los seres desapegados aprenden que la forma es efímera y la esencia, incorruptible.
Libro de Trigueirinho: Mensagens para sua transformação (Mensajes para su transformación).
Capítulo: Desapego, a chave para a verdadeira liberdade, p. 35 (Desapego, la llave para la verdadera libertad).
Audio de Irdin: Conversaciones con Trigueirinho nº 141
Audio completo: http://www.irdin.org.br/acervo/detalhes/3372
Tempo del audio: de 29’11 a 32’16
