La Comunidad recibe a los animales
La Comunidad-Luz Nueva Tierra, localizada en la región de Teresópolis, estado de Río de Janeiro, Brasil, recibió en la segunda quincena de enero casi cien animales que resultaron víctimas de un deslizamiento de tierra. Los animales estaban en la Granja Santuario, un albergue de animales.
El primer grupo de animales que llegó fue el de las aves, el 18 de enero: 31 patos, 2 gansos, 1 pavo y 25 gallinas. El 25 de enero llegó el segundo grupo: 24 bueyes, 9 cerdos y 7 cabritos. El pedido de acogida a estos animales fue realizado por Patricia Fittipaldi, fundadora y coordinadora del Santuario de las Hadas, una finca localizada en la región serrana de Río de Janeiro, que alberga animales que sufren algún tipo de explotación o crueldad.
El Santuario de las Hadas después del deslizamiento de tierra
La decisión de pedir esta apoyo provisorio a la Comunidad Nueva Tierra surgió después de que parte del Santuario fue destruido por un deslizamiento de tierra provocado por fuertes lluvias.
‘Pretendo realizar una campaña en internet para recaudar fondos y así poder comprar una nueva sede, pero hasta que yo no consiga eso, los animales quedarán resguardados en la Comunidad Nueva Tierra’, dijo Patricia.
La Tierra del Santuario, área que pertenece a la Comunidad-Luz Nueva Tierra, pasará a ser el hogar transitorio de Patricia, mientras su antigua tierra es vendida y el nuevo espacio se manifiesta. Junto con Patricia se quedarán sus animales de menor porte: 11 perros, algunos cerdos y dos caballos. Los animales más grandes ya rescatados permanecerán dentro de la Comunidad Nueva Tierra.
Uno de los comederos donados
Todo el material recuperado de entre los escombros provocados por la avalancha de tierra, como tejas, cercas y postes de eucaliptos serán reaprovechados en la Comunidad como estructura para la construcción de nuevas instalaciones. Para ayudar en el amparo a los animales, el Santuario de las Hadas donó comederos, bebederos y mensualmente proveerá raciones, además de suplir otras necesidades.
