Vivência Missionária no Crersendo

Una instructiva experiencia de bioconstrucción  se desarrolló en la Comunidad Nova Terra, ubicada en Teresópolis, (RJ) Brasil, 80 participantes, entre niños, jóvenes y adultos, quienes llegaron de diferentes países y diferentes regiones de Brasil, se sumergieron en la corriente viva de una arquitectura de la tierra.

Esta actividad se desarrolló en el marco de la 2.ª Vivencia Misionera que se  efectuó en dicha comunidad del 31 de mayo al 2de junio. Los 80 integrantes de la vivencia tuvieron la oportunidad de participar de un workshop, una especie de trabajo de campo, donde a través de la construcción de la casa de arte de la comunidad, recibieron de manera práctica e interactiva, la enseñanza.

“La bioconstrucción además de ser un rescate  de las culturas  ancestrales en la forma de construir, de reunirse, de aprender, es también una forma de supervivencia , de adaptarse a la condición en que el planeta nos está colocando en este momento, aporta una solución para la necesidad actual de trabajar con los recursos disponibles en los lugares” comenta Daniel Mujalli, instructor de bioconstrucción.

Vivência Missionária no Crersendo

“Estoy utilizando materiales como tierra, bambú, madera, materiales reciclables que muchas veces van a los basureros contaminando el medio ambiente, dejando así de consumir materiales que vienen de la minería, de la explotación de la mano de obra, de la explotación del ser humano y de diversos ambientes” agrega Daniel

Esta segunda edición de la vivencia en la Comunidad ofreció otras actividades para realizar en el período de dos días. Así, además de la bioconstrucción se llevó a cabo una instrucción de supervivencia. En este caso el tema tratado fue sobre la prevención y abordaje de incendios.

El reino animal también fue visitado por los participantes quienes apoyaron, de manera entusiasta, el cuidado de los animales y el mantenimiento de los espacios donde se encuentran los mismos.

Toda una experiencia en contacto permanente con las bellezas naturales del ambiente del Valle Verde de Gamboa, entre las montañas de la Sierra del Capim, donde exactamente está ubicada esta Comunidad. Por supuesto, hay que destacar la caminata nocturna programada a la montaña de El Shadaina, en la que el silencio y los sonidos naturales fueron los mejores guías y compañeros.

Vivência Missionária no Crersendo

Toda la vivencia fue una nutrida experiencia, los participantes, como nos cuenta Lara, una joven de Teresópolis, amaron y están listos para un próximo llamado.

“Ame estar aquí, es maravilloso estar en esta tierra bendita, la bioconstrucción es increíble, estar en contacto directo con la tierra, con la naturaleza. Me gustó todo, para mi es la primera de muchas vivencias que espero tener, y sin duda creo que hay personas que necesitarían venir, que sienten un llamado en su buen corazón y no saben qué hacer ni dónde ir, hay que seguir difundiendo”. 

La Comunidad Nova Terra está afiliada a la Fraternidade-Misiones Humanitarias Internacionales