casa-luz-da-colina-atendimento-cancer-boa-esperanca-02La Casa Luz de la Colina, afiliada de la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional, organizó un ‘mutirão’ terapéutico (servicio grupal voluntario terapéutico)  para llevar alivio a los pacientes con cáncer que son asistidos por la Asociación de Voluntarios Vida Viva, en la ciudad de Boa Esperança, Minas Gerais, Brasil. La actividad fue desarrollada el jueves 28 de julio por un equipo de voluntarios integrado por dos médicas, una odontóloga, cinco terapeutas y dos asistentes.

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Fueron atendidas 40 personas, entre pacientes oncológicos y personal voluntario de la asociación Vida Viva. Hubo en total 12 tratamientos odontológicos, 11 tratamientos médicos, 15 tratamientos terapéuticos y dos tratamientos domiciliarios.

Los procedimientos aplicados estuvieron orientados básicamente al alivio del dolor físico y emocional, al restablecimiento del equilibrio del ser para superar los estados de tristeza, angustia, depresión y stress, y para enfrentar mejor las situaciones de salud de cada uno. Así describió Nirvania, una de las integrantes del equipo terapéutico que llegó de Jundiaí, estado de San Paulo, para prestar su colaboración.

casa-luz-da-colina-atendimento-cancer-boa-esperanca-03Las técnicas utilizadas fueron acupuntura sistémica con y sin agujas, auriculoterapia (acupuntura en las orejas), ventosa, cromoterapia (terapia de colores), esparatape (tratamiento con esparadrapos), aromaterapia y moxaterapia. Según Nirvania, la acupuntura sistémica es usada para devolver el equilibrio y ayudar a las personas a enfrentar mejor sus situaciones; la técnica de la ventosa es utilizada para aliviar dolores y actúa en siete niveles del cuerpo por siete días; el esparatape también es aplicado contra dolores. La aromaterapia, con aceites esenciales, es útil en los casos de depresión, inestabilidad emocional y tristeza; en tanto que la moxaterapia ayuda a combatir inflamaciones.

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La Asociacion de Voluntarios Vida Viva funciona en Boa Esperança hace cuatro años, cuenta con 25 voluntarios y una funcionaria, vive de donaciones y de los recursos que obtiene con la gestión de un bazar y con la realización de actividades de beneficencia. Ayuda a los pacientes oncológicos de la comunidad con sesiones gratuitas de fisioterapia (los viernes), marcación de consultas en hospitales de la región, exámenes de laboratorio (acuerdo con un laboratorio que solo cobra los estudios que son realizados en Belo Horizonte). Asimismo, provee medicamentos sin costo a los que no pueden pagar y cesta gratuita de verduras una vez por semana. En su sede ‘Acolhimento Boa Esperança’,  los pacientes pueden ocupar su tiempo aprendiendo y realizando diversas artesanías.

En estos momentos, cuenta en sus registros con 110 pacientes asistidos. De esa cantidad, este año se sumaron 25 mientras que 15 fueron dados de baja por fallecimiento.