La Casa Luz de la Colina, afiliada a la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional, llevó a cabo el sábado 30 de enero otra jornada de asistencia terapéutica gratuita a la comunidad de Carmo da Cachoeira, Minas Gerais, Brasil. Esta vez el servicio grupal voluntario fue prestado en la sede de su unidad educativa Casa Arte Educación.

Ocho terapeutas, una médica y tres monjes de la Orden Gracia Misericordia, atendieron a más de 40 personas, entre ellos, niños que frecuentan la Casa Arte Educación, familiares y conocidos. En varios casos, se trataban de seguimientos de consultas anteriores.

‘Muchos ya conocen nuestros servicios y les agrada porque intentamos dar a cada uno un tratamiento individualizado, buscando siempre despertar la conexión con el alma de cada ser. A cada uno dedicamos todo el tiempo que precisa, creamos la confianza necesaria para que ellos se abran y colaboren’, explica Miriam Galvão, coordinadora de los servicios terapéuticos ofrecidos por la Casa Luz de la Colina. Esta acción fraterna es realizada aproximadamente cada tres meses y los pacientes que retornan, siempre refieren mejorías en sus afecciones.

El servicio del sábado fue dividido em dos grupos: en un sector fueron atendidos los adultos y en otro los niños. Los primeros pasaron por un entrevista previa, a cargo de los monjes y una terapeuta para luego ser direccionados a la terapia más apropiada. Estos momentos de diálogo son oportunidades en que los pacientes se liberan de muchas cargas emocionales y comienzan a abrirse para la cura profunda. Los menores, en tanto, pasaron por tratamientos adecuados a sus edades, como acupuntura con semillas y breves pediluvios con agua especialmente preparada con hojas medicinales, aceites esenciales, sulfato de magnesio, entre otros elementos.

Para los pequeños fue acondicionada la sala de los bastidores, con una camilla para las terapias de masajes y dos palanganas con sillitas para los pediluvios. En el ambiente, con puertas y ventanas cerradas, se respiraba un aroma tranquilizante proveniente de las esencias estratégicamente activadas. Elizete, una de las terapeutas allí presentes, señala que estaban trabajando los cuerpos sutiles de los niños con aromaterapia. Con los pediluvios tratan la parte energética y física. «Preparamos a los niños con tratamientos simbólicos para que comiencen a tomar contacto con las terapias alternativas y espirituales, con su alma, con su ser interno. Les explicamos que los ángeles están presentes durante los tratamientos para ayudarlos», dice. Los chicos entraban de a dos y mientras sus pequeños cuerpos eran tratados con mucha ternura y respeto por la masajista Janete, Elizete se encargaba de darles, en forma sencilla, orientaciones de salud y de vida. En el patio, un bullicioso grupo de siete niños aguardaba turno para ingresar.

En una pieza contigua, la sala de artesanías, una acupunturista aplicaba técnicas chinas, japonesas y coreanas para aliviar dolores, tensiones y afecciones físicas de algunos de los pacientes adultos. Ellos recibían también orientaciones prácticas sobre como utilizar algunos elementos auxiliares, como magnetos grandes y pequeños, auriculares y otros.

Hanna, de 12 años de edad, forma parte de la gran familia de Arte Educación hace cuatro años. Ella sufre de ansiedad y es tratada tanto en el servicio de escucha como en la terapia posterior, que en su caso consiste en acupuntura con agujas. Califica el tratamiento de «muy bueno», dice que se siente «mejor» y que la mejoría se da también en la parte física, pues ya tiene una cirugía ósea de la pierna derecha. Otra menor, Fernanda, también encuentra «bacana» las terapias que son realizadas en estas jornadas de voluntariado.

En la semana que pasó, el grupo de colaboradores de la Casa Luz de la Colina también prestó servicios en Alfenas y Boa Esperança, ambas ciudades de Minas Gerais, Brasil. En el primer caso se movilizaron 12 voluntarios, con el apoyo de la furgoneta odontológica y de la furgoneta oftalmológica (vehículos equipados para esos tipos de atenciones). Los beneficiados fueron adultos y niños, devotos de la Virgen María que acostumbran participar de peregrinaciones hasta el Centro Mariano de Figueira, ubicado en el área rural de Carmo da Cachoeira. Esta jornada fue organizada por una colaboradora de la Red-Luz, en Alfenas.

En Boa Esperança, el trabajo fue efectuado en la sede de Vida Viva, organización que apoya a pacientes con cáncer, familiares y parientes. Aquí, 10 voluntarios, con el apoyo de la furgoneta odontológica, brindaron asistencia terapéutica, psicológica y espiritual.