Entre el 16 y el 20 de diciembre, la Fraternidade – MisionesHumanitarias Internacionales (FMHI), en asociación con la agencia Bethany y el Movimiento Interreligioso para la Infancia, llevó a cabo una serie de actividades con niños, adolescentes, jóvenes y madres de Venezuela, que asistieron a SuperCade de la terminal de transporte de El Salitre, en Bogotá para acceder a servicios específicos ofrecidos a los migrantes. Este trabajo se enfoca en el empoderamiento interno y la resiliencia de los niños para que puedan enfrentar mejor las situaciones desafiantes que han estado experimentando.
Mientras los padres esperan ser atendidos por la Organización Internacional de Migración (OIM), la Cruz Roja, el Ayuntamiento de Bogotá y otras entidades, sus hijos, en un espacio seguro y relajado, participan en actividades recreativas y terapia de arte, como cuentacuentos de historias para niños, lecciones de ajedrez, juego libre, dibujo y mandalas, collage con hojas secas, trabajo manual, recreación con diseños de globos, versos y juegos.
«Agradecimiento por la oportunidad de estar en este lugar, compartiendo, dando y recibiendo sonrisas de los niños», fue el sentimiento expresado por María del Pilar, una misionera colombiana de la ciudad de Medellín.
Además de las actividades, se distribuyeron 83 kits de Navidad, que hicieron felices a los niños, con libros de cuentos, crayones, cuadernos de dibujo y juguetes. Parte de los materiales fueron comprados con donaciones de la Red-Luz Colombia.
«Vemos a muchas madres y padres desolados por no obtener boletos para antes de Navidad, por lo que descubren que deberán quedarse más tiempo en Colombia y muchos viven en condiciones difíciles, algunos en la calle…,» explica Anderson, un misionero brasileño que participa en la misión en Bogotá.
También dice que las actividades que se realizan en este espacio tienden a armonizar la energía a veces tensa que se está produciendo, debido a la ansiedad de los padres por poder acceder a los servicios prestados, especialmente a la asistencia para los boletos de regreso a Venezuela.
«La energía generada en el espacio amigable suaviza toda esta situación. La risa de los niños jugando, los colores de sus pinturas, la magia de hacer pompas de jabón» , concluye.
La Misión Colombia es una misión humanitaria permanente que la Fraternidade – Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI) ha estado llevando a cabo desde 2018 para servir principalmente a los migrantes venezolanos.
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