Con demostraciones de optimismo y gratitud por las experiencias vividas y la instrucción recibida, retornaron a sus hogares los participantes del Primer Encuentro de la Red Misionera Planetaria, el cual, se llevó a cabo en la Comunidad-Luz Figueira, del 28 de abril al 1 de mayo pasados. La actividad fue organizada por la Fraternidade – Federación Humanitaria Internacional.
´Quedé en un estado de encantamiento con todo el trabajo de los Misioneros. Fue una experiencia de cura para todo el grupo, sentí una presencia muy fuerte del Espíritu Santo, el aura grupal que se formó fue de armonía pura, en los gestos, en los sentimientos, en el orden, la oración, el silencio. Creo que todos los corazones fueron muy tocados, tanto de los que dieron como de los que recibieron. Fue impresionante ver como pudimos hacer cosas que nunca habíamos hecho como si fueramos expertos, y todo sin despertar orgullo ni vanidad y sí gratitud y amor´, declaró Denise Neides Gomes, colaboradora de San Paulo, Brasil.
Ailen, voluntaria de la Comunidad-Luz de la Hermandad, Córdoba, Argentina, destacó el espíritu de prontitud de los Misioneros, el estar permanentemente atentos a las necesidades de los otros. Le llamó la atención la receptividad encontrada en las visitas domiciliarias y en el asilo de Carmo da Cachoeira, así como en el centro de rehabilitación de Varginha. ´Todos quedaban con ganas de que volvamos pronto´.
Mariana Aranda, de Santa Fe, Argentina, dijo que fue un ´encuentro maravilloso, muy bueno, todo fluyó con mucha sencillez, nos vamos muy felices y con muchas ganas de continuar. Los mensajes de San José nos tocaron el corazón´.
´El contacto con los ancianos del asilo de Carmo da Cachoeira despertó en nosotros el amor, la compasión´, expresó Valdir Ferreira, de Sao José do Rio Preto. ´Este Encuentro fue una óptima oportunidad para ir descubriendo nuestro potencial y para orientar nuestros pasos en dirección al cumplimiento de nuestra parte en el Plan Evolutivo´, agregó.
´Fue muy lindo percibir como con actos tan simples se puede ser instrumento de Dios y hacer tan feliz a los demás, a veces con una visita, con el escuchar a la persona, atendiendo las cosas básicas que precisa´, manifestó Renata Mangini, de San Paulo.
Para Maria Elena Billefort, de Belo Horizonte, fue importante descubrir que para las personas carentes lo más importante es el ´amor que uno lleva adentro y con el cual ofrece una ayuda o una donación´. Añadió que en cada visita ´se produce una interacción que permite comprender el dolor del otro y se genera un alivio mutuo, también uno aprende a no reclamar tanto´.
´La oportunidad de encarnar el servicio´ fue lo destacable para Mara, colaboradora argentina con estadía en Tierras de la Unión, dependiente de la Casa Luz de la Colina. ´Fue una experiencia que todos deberían vivir, el estar con los más necesitados realmente nos ayuda a olvidarnos de nosotros mismos, a ver a Cristo en el hermano´. También destacó que la proximidad con los Misioneros consagrados fue muy curador, ´estar dentro del aura de ellos es algo que te envuelve, uno siente mucha protección´.
Maria Regina Godinho Marques Dias, colaboradora del Núcleo-Luz en San Paulo, dijo que fue una experiencia que ayudó a ensanchar los límites, a aprender sobre la simplicidad, la prontitud, la disponibilidad para cualquier tarea, la obediencia; ´nos saca de nuestra zona de confort, desarrolla nuestra creatividad, trabaja nuestra fe´. Finalmente declaró: ´quiero confirmarme como misionera del grupo secundario para servir en América Latina´.
