Con motivo del curso de Agricultura Sintrópica, celebrado en julio de 2019, en F2, una de las áreas de la Comunidad- Luz Figueira, se implantó un módulo de agrofloresta, con prioridad para las plantas productoras de miel, que son las que atraen y alimentan a las abejas.
Sabemos que en Brasil hay aproximadamente 5000 especies de abejas, entre las cuales tenemos aproximadamente 330 especies sin aguijón, de las cuales alrededor de 70 pueden y deben criarse, con la ventaja de permitir que los seres humanos tengan contacto directo con ellas, sin que sea necesario usar ropas o equipamiento especial.
Por lo tanto, en este momento, se está implantando el proyecto meliponario, que es la formación de un espacio para albergar algunas de estas especies de abejas sin aguijón, llamadas melíponas. Traen grandes beneficios ambientales, ya que son especies que polinizan la flora nativa, los cultivos de frutales y los huertos, que además de contribuir a la producción de alimentos, también asegura el mantenimiento de la biodiversidad vegetal.
El riesgo de extinción
Es evidente, para todo el mundo, la muerte y desaparición masiva de abejas, cada vez más frecuente, y, aunque es innegable su importancia como productores de miel y proveedores de polen, propóleos, jalea real y cera, su mayor contribución es el servicio que brindan a todos los seres vivos del planeta: la polinización.
A través de este proceso de transporte sublime, que lo hacen naturalmente y con maestría, se vuelven esenciales para mantener el equilibrio de gran parte de los ecosistemas.
La polinización es un mecanismo utilizado por la naturaleza para dar continuidad a la vida. La desaparición de las abejas pone en peligro la existencia, no solo de los humanos, sino de todos los seres vivos.
Además de todas las intervenciones humanas equivocadas, como la destrucción de la naturaleza, la quema, la tala de bosques, la actividad melífera, que explota la miel sin el conocimiento de un manejo adecuado, también existe el uso constante e indiscriminado de pesticidas en la agricultura, principal factor responsable de la mortalidad de las abejas.
Por lo tanto, existe una evidente necesidad de crear con urgencia entornos favorables para la vida de estos seres, entornos que los protejan.
Al igual que cualquier ser vivo, que necesita alimento y albergue para sobrevivir, las abejas también lo necesitan, y es con esta consciencia que la Comunidad- Luz Figueira está trabajando para crear un ambiente adecuado para ellas, construyendo espacios acogedores, donde estos seres, que promueven la vida en la Tierra, pueden vivir en armonía con todos los Reinos de la Naturaleza.
Al hacerlo, los colaboradores de la Comunidad-Luz Figueira siguen las enseñanzas transmitidas por José Trigueirinho Netto, en uno de sus estudios, llamado Conversas com Trigueirinhonº 1, disponible en Irdin Editora.
«… aquí (en Figueira) plantamos varias especies en función de las abejas, para facilitarles la vida. La intención es mantenerlas, no para explotarlas, sino para convivir en un ambiente propicio para ellas» .
