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En el Universo en permanente transformación

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En el Universo en permanente transformación, poco a poco la consciencia humana va expandiéndose y descubriendo nuevas formas de expresarse. Con el poder inherente al impulso que le llega de lo Alto, ella rompe las estructuras que la inercia perpetúa en la vida material. Y así es con todas las cosas, todos los seres y en todos los Reinos: cada uno, en su ritmo y a su manera, va renovando y adquiriendo horizontes de percepción más amplios.

La oración tampoco está excluida de esa expansión. La oración, bajo diferentes enfoques, ha acompañado al crecimiento espiritual del ser humano a través del tiempo y como lenguaje vivo entre Dios y nosotros, le pide a dicho crecimiento que se redimensione y se revitalice.

Liberar a la oración

A cierta altura, llega el momento de liberar a la oración de las tendencias emocionales y mentales con las que está revestida; llega el momento de clarificarla, de retirar de ella todo contenido utilitario, de callar los pedidos y súplicas dictados por la voluntad humana de ayudar a sí mismo y a otro, sin saber cuál es el verdadero bien para cada persona.

Son muchos los que necesitan trascender esa larga etapa basada en reivindicaciones y en buenas intenciones que aún cuando aparentan ser positivas, terminan interfiriendo de modo indebido en la vida de otros, a quienes se quiere beneficiar con la oración.

La voluntad del espíritu

Según la enseñanza esotérica, la oración suplicante es un tipo de control individualista con finalidades impulsadas por el libre albedrío, siempre condicionado por la limitación mental. Diferente es el movimiento de la consciencia que busca trasladarse hacia áreas sutiles, de aspiración pura, y quiere encontrar su punto de referencia más allá de la propia alma. En ese mundo interior, el libre albedrío no predomina, pues reina la voluntad del espíritu.

En realidad, la oración se proyecta en el mundo como pacificación de deseos y pensamientos y también como interrupción de acciones superfluas. Aún sin saber y sin direccionar nada, la persona en oración abnegada estimula transformaciones en los demás: irradia claridad y lucidez al aura planetaria. La oración es entonces, instrumento de servicio al mundo y para ser eficaz debe nacer de la humildad.

Impulso ascensional

Adhiriendo a un impulso ascensional, muchos anhelan comprender menos teóricamente a las realidades sutiles y profundas en sí mismos. Esta transferencia de la atención hacia los niveles sutiles e internos, amplía considerablemente la consciencia y se refleja, por ejemplo, en la naturaleza de la oración, transformándola y elevándola. La oración, entonces, se transforma en el compromiso de codificar la nueva comunicación entre el Creador y la criatura. La oración se torna un diálogo entre la persona y el Silencio Absoluto, fundamentada en la Fe y sin otros objetivos que la unión, como una gota de agua al caer en el mar.

En pro de la Evolución

El despojamiento de las características humanas y la focalización en un estado interior de creciente vaciamiento, donde se pueda encontrar reposo en Aquel que todo ve, todo puede y todo conoce; es el paso que para muchos hoy se anuncia en la vida de oración. La única aspiración que en ellos permanecerá es la del poder del espíritu, que prevalece sobre la materia y actúa sobre el alma despierta para que sirva cada vez más altruista e incondicionalmente en pro de la Evolución.

La oración lleva a la persona a descubrir y a comprender mejor
lo que de hecho sostiene a la vida.

Libro de Trigueirinho: Mensajes reunidos vol. 1
Capítulo: La oración verdadera es um instrumento de servicio al mundo.
Audio de Irdin: Conversas com Trigueirinho nº 332
Audio completo en:
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